León. “Ojalá y los haga muy desgraciados”. Con esa frase de humor negro, Arturo Ripstein presentó esta noche la versión inédita de “Profundo carmesí”, uno de sus filmes más conocidos en el orbe. La cinta, que en este momento se exhibe en el Teatro Bicentenario de esta ciudad, es el colofón a un homenaje por parte del Festival Internacional de Cine de Guanajuato, que lo persiguió por 15 años hasta obtener el sí.
El realizador tiene 60 años de trayectoria y cerca de 40 filmes como “El lugar sin límites”, “El castillo de la pureza”, “Principio y fin” y “El diablo entre las piernas”. “Quiero agradecerles a todos ustedes que están acompañándome en este momento tan importante para mi vida. Siempre he dicho que el genio de un director de cine consiste en rodearse de la mejor gente posible y dejarlos hacer lo que saben hacer, un poco mover los hilos, un poco estimular, pero lo hace muy bien”, argumenta durante la ceremonia.
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Arturo recibió la Cruz de Plata, máximo galardón del certamen, así como la Medalla de la Filmoteca de la UNAM. Arturo es el hombre que llega vestido de negro a buen paso, apoyándose en un bastón y Ripstein es el cineasta que se quita el sombrero que adorna su cabeza, para agradecer al público que le aplaude en pie. Arturo es quien ríe desde su lugar cuando el productor Roberto Fiesco narra el día que recibió la llamada del experimentado realizador para invitarlo a “Las razones del corazón” y no le creyó. Y Ripstein es la figura que, como un director de orquesta, mueve los abrazos para indicar que por favor paren las palmadas y luego, moviendo la mano de arriba a abajo, les indica sentarse.
Lee también La cineasta Isabel Cristina Fregoso "encerró" a sus actores en un rancho familiar para grabar "La Arriera" Sobre el escenario, acompañándolo, Arcelia Ramírez y Sylvia Pasquel, dos de las actrices con quienes ha trabajado, así como su hijo Gabriel, quien ha seguido su ejemplo con la cinta “600 millas” y la serie “Un extraño enemigo”. Desde abajo observa la escritora Paz Alicia Garciadiego, su pareja y guionista desde mediados de los 80 con “El imperio de la fortuna”. “Ella nunca había hecho un guión, pero le dije (para ese filme) que lo escribiera y dijo que no, le dije que le llamaría en tres días, pero le llamé a los 45 minutos y le puse fecha. Nos veíamos para ver avances y me entregó 390 páginas cuando un guión tiene 90 o 100. Y le digo: en lugar de gastar faxes, vente a vivir conmigo”, relata Ripstein. Al término del homenaje, varias personas pidieron tomarse la foto del recuerdo con quien ha ganados en festivales como San Sebastián, Guadalajara y La Habana.
jf