Tinieblas, Blue Demon Jr. y Pirata Morgan son algunos de los que aparecerán en una serie documental sobre la lucha libre mexicana, en donde se tocarán temas como la importancia del barrio, la propiedad intelectual y la imagen de héroes que tienen entre la infancia.
El director del proyecto, Arturo González Alonso, señala que hay se tiene mucho avanzado, a la par de buscar a otros gladiadores para fortalecer el contenido, como el mítico Cien Caras.
González Alonso es un productor y consultor creativo y que al frente de Art Kingdom ha estado nominado a los premios internacionales Golden Trailer Awards, que se encarga de galardonar a los mejores avances publicitarios de largometrajes.
“Lo que nos topamos, y estoy viendo que se involucre a la Ciudad de México, es que muchos héroes de la lucha nacen en barrios, es hablar un poco del barrio, de lo que llega a conformar a estos personajes. La lucha libre es un patrimonio, tiene su propio día que se festeja y es un fenómeno importante”, comenta el cineasta.
“Ya entrevistamos a Sergio Arau (Botellita de Jerez), quien tiene la rola del Santo, hace mucho arte de luchadores y entonces esa perspectiva es interesante de platicar”, adelanta.
Otro con quien ya platicaron es Arturo Beristáin, exluchador y ahora entrenador de lucha libre, a su más de 70 años de edad.
La idea de la propiedad intelectual nació luego de entrevistar a Tinieblas y conocer su visión sobre las cosas.
“Él argumenta que de alguna manera es el creador del personaje porque le dio palabra, no hay registro como tal y entonces puse a abogados a que comenzaran a ver el caso y le den la propiedad. A partir de eso, de ver qué ocurre, es como tomemos el tema”, detalla González Alonso.
De acuerdo con el libro "Historia ilustrada del cine de luchadores ¡Quiero ver sangre!", de José Xavier Navar, Raúl Criollo y Rafael Aviña, en la filmografía nacional existen más de 200 títulos de películas que son protagonizadas por luchadores o con alusión a ellas.
La primera de ellas, "de más de cuatro" (1938), muestra a luchadores en la Arena México, sin ser eje de la trama, para luego brincar a No me defiendas compadre (1949), en la que el luchador Wolf Ruvinskis enfrenta sobre el ring a Germán Valdés, Tin-Tan, para que tres años después, en La bestia magnífica, el póster promocional anunciara que el filme mostraba la vida dramática e intensa de los luchadores profesionales.
El entrevistado es también coordinador de Stage México produce, que se realizó el año pasado en el marco del Mercado Audiovisual Iberoamericano Iberseries Platino en Madrid, donde se dio cuenta que mucha gente reconoce a la lucha libre nacional.
Ahí también comenzó plática para un largometraje conformado por cortos de terror, cuyo idea es reunir talento tanto español como mexicano.