Han pasado 23 años desde que Bruce Willis y Demi Moore se separaron, sin embargo, han mantenido una relación amistosa por el bien de las tres hijas que comparten, aunque cuando oficializaron su ruptura, hubo muchas historias que rodearon la decisión que tomó la pareja que, en ese momento, representaba una de las relaciones más estable y queridas de Hollywood.
Fue en el verano de 1998 cuando el publicista de Bruce Willis dio a conocer que el y Demi, luego de 11 años de matrimonio, habían decidido separarse, pero el divorcio no llegó sino dos años más tarde, cuando en octubre del 2000 su matrimonio quedó disuelto, con una hornada de historias que trataban de desentrañar el motivo por el que la pareja se separaba.
Y aunque fue mucho lo que se dijo, la especulación que cobró mayor fuerza presumía que el actor, que en esa época tenía 43 años, había cometido una infidelidad con una de sus compañeras de reparto de “Armageddon”, cinta que se estrenó precisamente el mismo año en que él y Demi tomaron la decisión de poner fin a su matrimonio.
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Según los rumores, el actor se había enamorado precisamente de Liv Tyler , la actriz que daba vida a su hija en la cinta, situación que producía que dicha historia fuera todavía más atractiva para los diarios y los programas de televisión que daban voz a estas versiones que nunca fueron confirmadas ni por Bruce ni por Demi.
Foto: AP
La historia que aseguraba que existía una relación amorosa entre Willis y Tyler surgió luego de que, en mayo de 1998, la actriz y el actor se hospedaran en el Hotel du Cap, ubicado en la localidad francesa de Antibes, pues ambos participarían en el Festival de Cannes de ese año.
Al poco tiempo, Demi y Bruce hablaron de su separación a los medios, por lo que las miradas se dirigieron Tyler y la apuntaron como la responsable de la ruptura, situación que irritó a la entonces joven de 21 años, pues aseguró que lo único que la unía al actor era una gran amistad. En esa época, Liv además tenía una relación de años con Joaquin Phoenix.
Dos años más tarde, los nombres de la expareja volvieron a causar ruido pues en octubre del 2000 firmaron el divorcio, aunque nunca quedó claro el tipo de custodia que compartían para criar a sus hijas; Rummer, Scout Larue y Tallulah, que en ese momento tenían 12, 9 y 6 años.
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Lo que sí dio a conocer el publicista del actor de 68 años fue que Demi sería quien continuaría residiendo en la propiedad de seis millones de dórales, ubicada en Hailey, Idaho, en la que la actriz crio a sus hijas, lejos del mundo de Hollywood, del que decidió alejarse un tiempo.
El argumento oficial que la pareja dio a conocer a la hora de firmar su divorcio, según informó “Acces Hollywood” fue por “diferencias irreconciliables”.
Sin embargo, en el libro de memorias de la actriz, llegó a describir a su expareja como un hombre controlador que la limitó a la hora de tomar decisiones relacionadas a su carrera, pues él deseaba que se quedara en casa criando a sus tres hijas, situación que con el tiempo se convirtió en un problema para Demi que quería seguir legitimando su carrera dentro de la actuación pues estaba a poco de convertirse en una de las actrices mejor pagadas de Hollywood.
Foto: Instagram
Para ese entonces, la actriz se dio una nueva oportunidad el amor; precisamente con Oliver Whitcomb, su instructor de artes marciales con quien sostuvo una relación de tres amos, mientras que Willis salió con María Bravo y, más adelante, con Lara Flynn Boyle.
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melc