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Los comediantes Platanito, Javier Carranza “El Costeño” y Edson Zúñiga “El Norteño” están acostumbrados a hacer reír, pero durante un momento se pusieron serios para exhortar a la población a seguir apoyando a Acapulco ante la tragedia que vivió por el azote del Huracán Otis.
“Acapulco sigue devastado y nos necesita mucho, bastante gente se quedó sin casa, no sé qué harán porque la gran mayoría vivía del turismo”, señaló Sergio Verduzco, mejor conocido como “Platanito”, ante los medios de comunicación.
Él perdió un departamento de lujo que utilizaba unas dos o tres veces al año, por lo que sí dimensiona todo el daño que ocasionó en miles de personas.
“Imagínate la gente que realmente vive en Acapulco, esta Navidad y Año Nuevo, no la va a pasar ni siquiera debajo de un techo, se quedaron sin nada, mi departamento se deshizo, pero realmente no vivo ahí.
“El Costeño” quedó muy afectado por este desastre natural, pues su restaurante quedó destruido; informó que ya mandó llevar 200 tinacos para apoyar a los afectados.
“Volteen sus ojos a Acapulco, estamos necesitando su ayuda, esto va a tardar mucho tiempo, gracias a todos, vamos agradecer a todos los que han puesto su granito de arena para mi tierra que de verdad le fue de la chingada”.
Mientras que “El Norteño” agregó: “agradezco mi pobreza porque no tenía nada en Acapulco, eso me da la bendición de apoyar a esa gente; se necesita comida para bebés, pañales de cualquier etapa”.
Terminan el año con trabajo
Los tres humoristas se reunieron con la prensa para dar a conocer su show de fin de año en un hotel ubicado en Paseo de la Reforma, en Glorieta de las mujeres que luchan; habrá cena y baile.
“Es una bendición que terminemos el año trabajando y lo empecemos igual, cualquier día es importante trabajar. Estamos siempre viendo al futuro, este trabajo, no sabemos cuándo vamos a morir, mientras estemos vivos hay que aprovechar y estar viendo qué vamos a hacer para el próximo año”, indicó “Platanito”.
Mientras que “El Costeño”, indicó que en esta profesión ya están acostumbrados a faltar a su casa en festividades familiares.
“Ya agarramos callo, en nuestras casas no nos quieren, estamos acostumbrados, es de buen augurio chambear, hay fechas que son intocables como los cumpleaños de los hijos, pero los días de fiestas, como el 10 de mayo, los chambeamos, ya estamos desapegados a eso”.
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