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Las buenas causas y el orgullo mexicano fueron lo más destacado de la entrega 76 de los Premios de Cine de la Academia Británica, mejor conocidos como los BAFTA, que se llevaron a cabo ayer en Londres.
Ahí, a nivel internacional, brilló el talento de manos nacionales que estuvieron detrás de la animación de Pinocho, la película más reciente de Guillermo del Toro, que fue producida en el Taller del Chucho de Guadalajara.
Junto a Gregory Mann, quien interpreta a Pinocho, David Bradley, que da voz a Gepetto, y otros integrantes del equipo como Curt Enderle y Guy Davis, agradeció a la Academia británica por haber nominado al filme en categorías en las que normalmente no son considerados. También compitió por mejores Banda sonora y Diseño de producción.
“Es una historia muy personal”, reconoció el cineasta mexicano durante la alfombra roja de la ceremonia. “Podría decir que para mí Pinocho y Frankenstein mezclados son una autobiografía”.
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En 2007 con El laberinto del fauno, Del Toro ganó el premio de Mejor película de habla no inglesa, luego en 2018 obtuvo el reconocimiento como mejor director cuando La forma del agua estuvo nominada.
La película más ganadora en esta edición fue Sin novedad en el frente del director Edward Berger, que se llevó siete de los 14 premios a los que estaba nominada, los cuales la habían convertido en la película de habla no inglesa con más candidaturas de la historia.
Durante su discurso, además de agradecer a su hija, quien lo alentó a hacer una nueva versión de esta historia basada en un libro autobiográfico homónimo, Berger también dijo sentirse honrado de haber competido con otros grandes títulos. Su cinta derrotó a Argentina 1985 en la categoría a mejor película de habla no inglesa y en otras categorías a Elvis y Los espíritus de la isla, que se llevaron cuatro premios cada una.
“Me honraron con un increíble y potente trabajo, me inspiraron mucho”, dijo Berger.
Esta cinta retrata los horrores de la guerra con la historia de Paul, un joven de 17 años que se enlista como soldado de la Primera Guerra Mundial. El actor protagonista Felix Kammerer portó, junto a otros famosos como Jamie Lee Curtis, Cate Blanchett y Paul Mescal, un moño de color azul en apoyo a los refugiados y desplazados de todo el mundo. Este reconocimiento se da en medio de una crisis tras los terremotos en Turquía y Siria, así como la Guerra ruso-ucraniana.
“Es para mostrar solidaridad y para levantarse contra estas distopías, justo como lo muestra la película, para redirigir la atención a algo tan real como los refugiados y la guerra, que no se quede sólo en la pantalla, sino traerlo a la vida real”, dijo Kammerer en la alfombra.
Destacó también el reconocimiento a Austin Butler como mejor actor principal por Elvis, el segundo en esta temporada de premios que le arrebata a Brendan Fraser, que competía con La ballena.
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