La Ciudad de México tiene una forma peculiar de enredarse con lo clandestino. Bajo la sombra de edificios que cuentan mil historias, en una de sus noches donde las luces no descansan, Phoenix, la banda francesa ofreció un concierto íntimo en la celebración de los 40 años de Platinum Card.
A poco de su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024, la banda visita nuestro país para complacer a sus fans mexicanas y mexicanos, a quienes proporcionaron una ubicación secreta, entre murmullos y mensajes personales.
Se trató de un evento único que parecía diseñado para desdibujar las fronteras entre el artista y el público.
El recinto, un sitio tan reducido como ostentos entre paredes y luces cargadas de modernidad, en el que sonaron los primeros acordes de "Lisztomania", el tema que marca la carrera de Phoenix.
Lee también: Phoenix le regala a México una noche de rock y complicidad
Todo mientras los asistentes, entre los cuales se encontraban figuras como Tony Dalton, María Bottle, Lili Olivares, entre otros, quienes disfrutaban de la proximidad con la banda.
Thomas Mars, líder y voz de Phoenix, consciente de la intimidad del momento, dialogaba con el público como si fueran amigos suyos que iban a escucharlos al garaje de su casa.
“Esta ciudad siempre nos recibe como si fuéramos parte de ella”, dijo con una sonrisa mientras de su voz salían las notas de "1901", y el público cantaba.
Uno de los fanáticos, lleno de asombro, comentaba entre risas: “No sé cómo lo lograron, pero ver así de cerca a esta banda no me lo esperaba”.
Entre cócteles siguió el festejo con otros cinco temas de los franceses.
Al terminar el espectáculo, la ciudad parecía descansar, abandonada en la noche.
melc