Para cerrar un sexenio marcado por turbulencias en la legislación cinematográfica, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) notificó al Senado de la República que el Congreso de la Unión tiene 90 días naturales para reformar o derogar el artículo 8 de la Ley Federal de Cinematografía. Este artículo establece que toda película, incluso si está en español, debe ser subtitulada. Desde el año pasado, varias empresas como Cinemex interpusieron amparos contra esta medida, y el máximo tribunal determinó que violaba sus derechos. Si el Congreso no actúa en tiempo y forma, la Corte emitirá una Declaratoria General de Inconstitucionalidad, lo que eximirá a todos, incluso a quienes no recurrieron al amparo, de cumplir con dicho artículo.
La Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas ha revisado minuciosamente el guión para la 66ª entrega del Ariel, con el reto de no exceder las dos horas y media pactadas con TNT para la transmisión televisiva. Esto representa una hora menos que la duración habitual, lo que ha obligado a reducir los discursos a apenas unos segundos y a acelerar el ritmo de la premiación como nunca antes. En esos 150 minutos se deben entregar 24 premios, otorgar tres Ariel de Oro —que incluyen semblanzas y discursos—, proyectar el segmento in memoriam, y escuchar el discurso del presidente de la Academia, quien ya adelantó que será breve. Además, este año habrá comerciales, algo inédito en la historia del evento. Todo esto con el cronómetro en marcha.
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Adrián Marcelo es uno de los participantes que más presume su formación académica en La Casa de los Famosos, con una licenciatura en Psicología. Aunque pudo haberse dedicado a dar consultas, su pasión por la música y el entretenimiento lo llevó a seguir otro camino. Por su parte, Mario Bezares también puede presumir de su licenciatura en Turismo, con especialización en hotelería, alimentos y bebidas, según el Registro Nacional de Profesionistas. En contraste, Gala Montes, Briggitte Bozzo y Arath de la Torre, quienes se adentraron en el mundo artístico desde muy jóvenes, no tuvieron la oportunidad de incluir la universidad en sus trayectorias. Algo similar ocurrió con Karime Pindter y Sian Chiong, quienes dejaron sus estudios en medios de comunicación y teatro, respectivamente, para enfocarse en sus carreras en el espectáculo.
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