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Pedro Armendáriz se quedó solo en la habitación del hospital durante 45 minutos, su esposa Carmen había salido a buscar algo de almorzar, cuando regresó el actor estaba muerto, se había disparado después de enterarse que le quedaba un año de vida.
El hombre de inconfundible bigote, expresivos ojos verde olivo y solemne porte varonil, decidió quitarse la vida a los 51 años de edad, llevaba luchando contra el cáncer cuatro años y ya no quiso hacerlo más.
El 18 de junio de 1963 se suicidó en el hospital de la Universidad de California en Los Ángeles, sus restos fueron trasladados a México para ser sepultados en el Panteón Jardín , donde descansan junto a los de su esposa y su hijo.
Su tumba está entre la de los actores Domingo Soler y Miguel Torruco, la lápida de piedra, que tiene escrito su nombre luce cubierta por despojos de hojas de los árboles, a 55 años de su muerte EL UNIVERSAL visitó su última morada, el lugar donde fue sepultado uno de los actores más emblemáticos de la Época de Oro.
Participó en más de 100 películas entre mexicanas y extranjeras, la primera cinta que filmó en México fue “Rosario” en 1935, fue uno de los actores favoritos de Emilio “El Indio” Fernández, con él filmó joyas del cine como “Flor Silvestre”, “María Candelaria”, “Enamorada” y “La Perla”, junto a Dolores del Río y María Félix.
Una muerte sorpresiva
El martes 18 de junio de 1963, se informó sobre el estado de salud del actor: “Pedro Armendáriz va mejorando. Va de alivio; aún delicado”, se lee en las páginas de EL UNIVERSAL.
En la nota se indicaba que el actor tenía que pasar un mes hospitalizado en Los Ángeles para que fuera dado de alta. Llevaba internado casi una semana, por lo que ya se había perdido casualmente, la grabación de la película “El revólver sangriento”.
La nota también informaba que Carmelita Bohr, su esposa, se encontraba acompañándolo en el sanatorio. En la primera plana de la edición del miércoles 19 de junio, así se dio a conocer la fatídica noticia:
“Se suicidó Pedro Armendáriz en un hospital de California
El actor mexicano Pedro Armendáriz se suicidó hoy de un tiro en el Centro Médico de la Universidad de California donde estaba internado desde el miércoles último afectado de cáncer. Se cree que el conocido actor decidió quitarse la vida cuando se enteró de que sólo le quedaba un año de vida en vista del carácter avanzado de su afección”.
La nota proporciona detalles de la decisión final de Armendáriz, quien usó una pistola Coli Magnum calibre 357 de su colección de armas para quitarse la vida, mientras su esposa lo dejó solo en la habitación para ir a almorzar.
“Su esposa Carmen Bohr dijo que Armendáriz no daba la impresión hoy de haber estado especialmente deprimido a pesar de que anoche había sufrido mucho dolor. Agregó que lo había dejado tan sólo para ir a almorzar cosa de 45 minutos y que cuando regresó a las 12:30 lo encontró muerto”.
Armendáriz, según dijo su esposa, tenía generalmente a la mano una pistola. Un portavoz del Centro Médico dijo que Armendáriz sufría de cáncer de las glándulas linfáticas y que se le había informado que “tal vez le quedaría sólo un año de vida”.
Aún con este pronóstico, el actor estaba a punto de comenzar un tratamiento a base de sustancias químicas, pues desde su admisión en el hospital el 12 de junio, había estado en observación.
EL UNIVERSAL de la época recordó que la enfermedad del actor, nacido en mayo de 1912, era un asunto conocido en el ambiente artístico, posiblemente, se comentaba entonces, su estado de salud había exacerbado su carácter, pues el actor “estallaba con el menor motivo”.
Un día, en Televicentro, se molestó mucho con la señora que manejaba la tabaquería, la regañó “feo” porque el teléfono no funcionaba.
Meses antes de su fallecimiento, se supo que Armendáriz se iba a Inglaterra, oficialmente el viaje obedecía a que tenía que arreglar negocios referentes a la realización de una superproducción fílmica.
Extraoficialmente se dijo que fue a atenderse por eminentes especialistas y a terminar la filmación de una película. Regresó a México de incógnito y ya muy enfermo bajó del avión en una silla de ruedas.
Decenas de esquelas llenaron las páginas de este diario lamentando el fallecimiento de Armendáriz, como la de la Asociación Nacional de Actores: “Con profunda pena participa el sensible fallecimiento de su distinguido compañero Pedro Armendáriz. El sepelio se efectuará en el Panteón Jardín,Lote de Actores, a las 10 horas del día 21 del presente mes”.
Con su sorpresiva partida la cinematografía mexicana perdía a uno de los pocos actores que habían sobresalido a nivel internacional.
El adiós a un grande
En una escena de “Enamorada”, Beatriz (María Félix) no puede contener el llanto ante la confesión de amor del General José Juan (Pedro Armendáriz), 17 años después, María Félix tampoco pudo evitar que las lágrimas cayeran de sus ojos cuando se encontró frente al ataúd de Pedro Armendáriz.
Según reportó “El pajarito indiscreto” de EL UNIVERSAL, “la actriz se arrodilló por breves instantes ante el féretro y con sus guantes de inmaculada blancura vestía toda de negro y con un manto transparente se tapaba la cara para sollozar”.
Quienes conocieron a Pedro Armendáriz decían que su sencillez y su risa contagiosa eran parte de su recia personalidad; cuando era niño soñaba con ser piloto aviador, no pudo y entonces se dedicó al periodismo, después la vida lo llevó por otro camino en el que supo brillar y ganarse el respeto de todos.
Dolores del Río, su pareja en “María Candelaria”, “Bugambilia” y “La malquerida” expresó su dolor por su partida:
“Pedro era un hombre maravilloso, encantador que supo proyectar la personalidad del mexicano en todas partes . Filmé con Pedro en la mejor época de su vida. Todas las películas triunfaron, ahora que murió debe darse realce a su figura, pues Pedro Armendáriz era un pilar dentro la cinematografía nacional”.
Cientos de personas acudieron al Panteón Jardín para despedirlo, Rodolfo Landa , líder de los trabajadores de la industria cinematográfica pronunció una oración fúnebre mientras el ataúd descendía en la fosa:
“Lo sentimos insustituible para siempre, porque supo entregarse con talento y vocación y por su carácter abierto, sincero y noble. La industria cinematográfica toda, trabajadores, artistas y técnicos, para hablar solamente del sector de la industria que yo represento, tenemos una gran deuda con él y su recuerdo será perdurable. La cinematografía nacional en la que intervino por más de veinticinco años al lado de las mejores actrices y los más notables realizadores, conservó los testimonios insuperables de la más variada sensibilidad que animaba sus actuaciones. Fue el creador original de los personajes más viriles y nobles del campo mexicano. El pueblo le otorgó la gloria.”
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