Fue un fantasma enamorado; un hombre diestro en la lucha y amante del deporte extremo, pero también un bailarín que enseñaba hasta a quien tenía dos pies izquierdos.

Patrick Swayze, quien hoy cumple su 15 aniversario luctuoso, fue uno de los actores favoritos de Hollywood desde mediados de los 80 y por casi una década.

Si los estudios querían a alguien atlético para la de acción “Punto de quiebre” y “El duro”, había que llamarle a él. Si deseban a alguien romántico, capaz de sobrevivir a la muerte por amor en “Ghost”, bien valía abrir la chequera y si buscaban a alguien amante de la danza para la entonces controvertida “Dirty dancing”, su foto salió rápido a la luz.

Justo su primera incursión en la pantalla grande fue en “Roller disco”, una moda setentera en donde hombres y mujeres en patines, bailaban a todo pulmón bajo la esfera de espejos, para luego llegar a la serie “M.A.S.H” que transcurría en un hospital del ejército.

Contó con una filmografía de casi 40 títulos, en una carrera que abrazó luego de que por una lesión en su juventud no logró convertirse en atleta, aunque jamás abandonó el ejercicio.

En 1991 fue catalogado por la revista People como el “hombre más sexy” del mundo y se daba el lujo de sólo trabajar en proyectos que le llamaran la atención.

“Mis padres solo aceptaban un primer puesto, y yo tenía que lograrlo”, relató en una ocasión Patrick.

“Pensaba que solo era una máquina, y no sabía si había algo dentro de mí que le pudiera interesar a alguien, así que tenía problemas de autoestima”, añadió.

Antes de ser actor trabajó en una planta siderúrgica y montó un negocio de carpintería, pero el destino le tenía preparado otra cosa.

En 1983, junto con Tom Cruise, Rob Lowe y Matt Dillon encabezó “The outsiders”, producida por  Francis Ford Coppola (“El Padrino”) y todo cambió. Ya no lo dejaron los estudios tener una vida normal y él entró en el ámbito, porque también le gustaba contar historias.

Tomaba té y se dedicaba a la meditación y la cienciología, pero también tenía dentro de sí problemas de los que nunca habló. La fama repentina y la muerte de su padre lo llevó a un alcoholismo tal que su pareja Lisa llegó a decir que era el mejor hombre del mundo, salvo cuando tomaba una copa.

“Intentaba matarme en moto, era bastante autodestructivo”, afirmó el actor en alguna ocasión.

Es famosa la escena de él y Demi Moore moldeando vasijas en barro para la cinta “Ghost”, que lo consagró en el cine romántico no sólo de esa década, sino que ahora es considerado un clásico. Las vasijas, por cierto, las tiene en su poder la actriz, aunque bromeando dice que tienen un aspecto tristísimo, aludiendo a lo mal hecho que estaban.

Demi Moore y Patrick Swayze en "'Ghost". Foto: Captura vía Youtube.
Demi Moore y Patrick Swayze en "'Ghost". Foto: Captura vía Youtube.

El mundo de Swayze colapsó en 2008, cuando tras sufrir una ictericia le fue diagnosticado cáncer páncreas, algo que hizo público pocas semanas después.

Entonces se encontraba rodando la serie “La Bestia” y por ello optó por no someterse a tratamiento médico para los dolores, ya que eso decía, le restaba cualidades histriónicas.

“Estoy pasando por un infierno, estoy asustado, enfadado y me pregunto ¿por qué a mi?”, declaró en una entrevista.

El 14 de septiembre de 2009, a los 57 años de edad, Patrick murió.

rad

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