Jalisco, dicen, no se raja. Y la tapatía Patricia Riggen está cosechando, después de dos décadas de trabajo en la industria hollywoodense, la ruptura de estereotipos: acaba de dirigir una película de acción en la que una presidenta negra, interpretada por Viola Davis, enfrenta a un grupo de guerrilleros blancos, no árabes.
La visión de Riggen, conocida en México por "La misma luna" y "Los 33", fue la elegida por los productores, entre ellos Davis ("Historias cruzadas" y "El escuadrón suicida") por sobre algunos prospectos hombres para este filme, titulado G20, producción de Amazon Studios.
“La acción es un género que ha sido territorio masculino, hay muy pocas mujeres que han entrado y ahora me voy a considerar parte”, dice Riggen vía telefónica desde Los Ángeles, durante un receso de la posproducción del largometraje.
“La razón por la que lo logré es por haber hecho Jack Ryan, que explotó en el mundo y en donde dirigí tres de los ocho episodios de la temporada, eso digamos me calificó para ser una directora de acción; ya en la presentación visual (al estudio) batallé porque no hay referencias, estamos aún abriendo caminos y eso es importante para Viola”.
G20, que estrenará en enero de 2025, se sitúa en una reunión de los países más poderosos económicamente, la cual es atacada por unos terroristas encabezados por el personaje de Antony Starr.
“Todo sucede en una sola noche. La espina dorsal es una relación emotiva entre la madre y la hija, es la parte femenina que le da vuelta al género; es una cinta de acción de principio a fin, pero Viola le da momentos de gran profundidad”.
La jalisciense decidió dejar México al no ver oportunidades para desarrollarse detrás de la cámara. Emigró a EU, donde se dio cuenta que era igual, pero en 2003 obtuvo el Oscar Estudiantil por su corto "La milpa".
Fue escalando y dirigió las películas Educando a mamá (2012), con Eva Mendes; Los 33 (2015), con Antonio Banderas, y Milagros del cielo (2016), con Jennifer Garner. En 2012, fue nominada al Director’s Guild por Lemonade mouth.
“Cuando comencé en México había cuatro mujeres (dirigiendo) y, cuando llegué a EU, éramos una mega micro minoría, y como gente de ascendencia latina y mexicana, más pequeña todavía”, dice.
“Particularmente, la gente latina en EU es ignorada, tanto detrás como enfrente de la pantalla; digamos que la gente afroamericana y asiática ha logrado más representación y, bueno, la diversidad no se logra voluntariamente, los estudios no se abren voluntariamente, lo más fácil es que un afroamericano dirija una película y con eso cumplen el número (de representatividad) y nosotros nos quedamos fuera”.
En su momento, si Riggen tenía una idea, se la comunicaba a un integrante masculino de su equipo, para que él la dirigiera y se ejecutara: “Ahora cuento con un equipo que respeta y es profesional”, indica.
El 21 de abril Riggen recibirá el premio Pionera en la Dirección en los Illustrious Awards, que forma parte del Mexican-American Film & Television Festival.