Más Información
Pasión de Gavilanes fue una de las telenovelas más importantes de los últimos años. Sus fanáticos estuvieron años esperando una nueva tanta de capítulos, y para ello tuvieron que esperar dos décadas. Los hermanos Reyes y las hermanas Elizondo protagonizaron historias de amor, traición y muerte.
Lee también: Becky G habla del zafarrancho que se armó en el aeropuerto de la CDMX: "me impactó muy fuerte"
Justamente Oscar Reyes, uno de los hermanos, es el personaje que interpretó Juan Alfonso Baptisdad. El actor ha contado que su incursión en la televisión fue casi una casualidad ya que no soñaba de niño con triunfar en las telenovelas, sino que sus sueños eran otros. A pesar de su fama, pocos saben que tuvo un paso por el futbol profesional y que estudió odontología.
Juan Alfonso Baptisdad tiene actualmente 45 años y sigue siendo uno de los intérpretes más queridos por los fanáticos. Es venezolano, nacido en Caracas y desde muy chico jugó al futbol, incluso sus demostraciones le permitieron, poco a poco, llegar a convertirse en profesional. Hasta fue parte de la selección juvenil venezolana.
Lee también: La química entre Peso Pluma y Becky G desata versiones de ¿romance?
Aunque el actor quería mejorar su vida y se anotó para estudiar odontología en Venezuela. A los 20 años se graduó mientras empezaba a incursionar en algunos castings hasta que en 1997 tuvo su primera oportunidad en la pantalla chica con la telenovela "A todo corazón". Juan Alfonso Baptisdad se puso en la piel de Elías Mujica, uno de los personajes principales que era llamado "El gato" por su mala fama con las mujeres. Este apodo, le quedo de por vida.
Luego llegaron otros éxitos hasta que Pasión de Gavilanes lo llevaría a la fama que seguramente nunca imaginó. Allí le dio vida a Óscar Reyes Guerrero, uno de los hermanos que enamoran a una de las jóvenes Elizondo Acevedo y que intenta vengar la muerte de su hermana menor. En su mejor momento, tuvo parálisis facial por lo que estuvo afuera de los sets por algunos años y si bien no tuvo cura, decidió que tomar ese gesto de la mandíbula sería su marca registrada para continuar con su carrera.