Más Información
A pesar de que Humberto Dupeyrón sufrió los efectos de su enfermedad desde los 12 años, no fue sino hasta que cumplió 40 años que fue diagnosticado con esclerosis múltiple y aunque fue una noticia muy delicada, el actor la tomó positivamente, pues finalmente podía entender qué era lo que lo imposibilitaba de llevar a cabo algunas tareas y cuál era la justificación de que experimentara dolores de cuerpo, ya que toda la vida su familia y los doctores aseguraban que fingía su padecimiento.
Cuando Dupeyrón comenzó a adolecer su enfermedad ya era un niño actor y muy conocido, pues había participado en cintas como "El gato con botas", "El esqueleto de la señora Morales" y "Caperucita y pulgarcito", por ello, cuando comenzó a quejarse del dolor que le provocaba, su madre no le creía y pensaba que fingía para faltar a la escuela y dedicarse solamente a actuar.
Lee también: Enfermedad hizo dudar a Selma Blair en la actuación
En una entrevista con Matilde Obregón, el actor de 76 años rememoró que una mañana, cuando tenía 12 años, despertó percatándose que una de sus piernas no podía doblarse y se mantenía rígida pero, al medio día, volvía a destensarse y la movía sin ninguna dificultad, por lo que su mamá pensaba que fingía para evitar llevar a cabo sus obligaciones.
Cuando el actor le contaba a sus padres el dolor que experimentaba, no entendían qué era lo que sucedía, a tan grado, que un día su progenitor trató de doblar la pierna de Humberto y lo lastimó, atrofiando sus meniscos, de los que tuvo que ser operado tiempo después, sin embargo, el actor aseguró que no guardaba rencor, pues en esa época no había un especialista que supiera decirles qué era lo que producía que su cuerpo reaccionará de ese modo.
Así transcurrió un año aproximadamente hasta que su brazo también comenzó a molestarle con hormigueos, pues sentía un dolor tan intenso que sentía que quemaba sus músculos, por lo que se colocaba un trapo que lo tapara para que nadie lo tocara, pues al primer roce experimentaba una gran molestia. "Me ardía de una manera terrible, como una plancha caliente que te quema, así era la sensación".
Lee también: Papá de Natasha Dupeyrón no le importa vivir en un asilo, con tal de seguir actuando
Más tarde, se presentaron nuevos padecimientos como dolor de rodillas y el hormigueo de su lengua, lo que le impedía que pronunciara correctamente, situación por lo que era condenando en la escuela, pues sus maestras y maestros lo cuestionaban acerca del por qué hablaba así, y él aprovechaba para hacer bromas, asegurando que era porque era un niño consentido, así como que era su acentuación natural por tener un origen supuestamente español.
"A todo le buscaba una broma, una justificación, cualquier tarugada (...) los médicos generales no me creían", destacó.
Pero 28 años más tarde, con 40 años se enteró de qué enfermedad era lo que le producía esos padecimientos tan poco usuales. La doctora trató de ser lo más elocuente a la hora de darle la noticia, pues le dijo que se trataba de una enfermedad muy delicada que, progresivamente, lo llevaría a quedarse ciego, sordo, mudo, en silla de ruedas postrado en una cama, pero para él era un alivio saber que tenía una enfermedad y podría explicar así el motivo de la inactivación de algunas partes de su cuerpo cada cierto tiempo, pues cabe exaltar que se trata de una dolencia remitente progresiva.
"Más vale tener una enfermedad que no tener nada y me traten como me tratan, y me acusan de lo que me acusan", expresó.
Fue entonces que poco tiempo después de que supo qué era lo que padecía, dejó las muletas y la andadera para comenzar usar la silla de ruedas.
melc