Hoy se cumplen 15 años desde la trágica muerte de Michael Jackson, un ícono cuyo legado continúa resonando en la música y la cultura global. En este aniversario, destacamos a Paris Jackson, la única hija del Rey del Pop, quien ha encontrado su propio camino en el ojo público, a pesar de haber nacido en el epicentro de la fama.
Paris-Michael Katherine Jackson ha seguido los pasos de su padre, explorando múltiples facetas como cantante, modelo y actriz. Nacida el 3 de abril de 1998 en Beverly Hills, California, Paris fue la segunda hija del famoso artista, fruto de su breve matrimonio con la enfermera Debbie Rowe, el cual terminó en divorcio en 1999.
Durante sus primeros años, la joven de ahora 26, vivió bajo el cuidado de su padre junto a sus hermanos, Michael Joseph y Blanket Jackson. Sin embargo, la vida familiar se vio trastornada por la inesperada muerte del famoso en 2009, cuando esta tenía solo 11 años. Desde entonces, su abuela Katherine ha jugado un papel crucial en su crianza, y juntos tuvieron una presencia discreta frente a los medios.
A pesar de una juventud marcada por la fama y la fortuna, Paris se enfrentó a desafíos personales profundos, incluidos varios intentos de suicidio, episodios de acoso y la agresión de un extraño. En 2013, luego de que se repotara que se había cortado las manos previo a ingerir pastillas de ibuprofeno, fue enviada a una escuela terapéutica en Utah para tratar su depresión, un período que fue vital para su recuperación y crecimiento personal.
Emergiendo de esa experiencia, Paris se embarcó en una carrera artística propia. En 2017, debutó como actriz en la serie de televisión "Star", seguido de un papel en la película "Gringo" al año siguiente. En el ámbito musical, formó el dúo The Soundflowers con su entonces pareja Gabriel Glenn, explorando un estilo folk que refleja su búsqueda de identidad y su manera de confrontar el dolor a través de la música.
En el mundo de la moda, Paris ha desfilado en pasarelas internacionales de renombre y ha colaborado con marcas como Chanel y Dolce&Gabbana, consolidándose como una figura versátil en la industria.
Fuera de los reflectores, la modelo es una defensora apasionada de diversas causas sociales, incluyendo la salud mental, los derechos humanos y la conservación ambiental. Su profundo amor por los animales, especialmente sus perros, juega un papel fundamental en su vida diaria, proporcionándole apoyo emocional.
"Mi perro es un animal de apoyo emocional y me ayuda enormemente con mi depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático", compartió Paris en una entrevista con Remix.