Los Ángeles.— El actor Aaron Paul no es tan asiduo a la tecnología. No tiene computadora desde hace más de 10 años y prefiere comunicarse de forma más tradicional.
“Algo que mis amigos creen que es terrible sobre mi teléfono es que tú puedes hablarme y te voy a contestar, si me envías mensaje tal vez te conteste pero si me mandas un e-mail no voy a leerlo, simplemente no lo hago”, dice con humor.
“Solía tener una computadora pero me la robaron y estuve tan aplastado por eso que sólo pospuse el comprar una nueva y entonces me di cuenta que tenía mucho tiempo para mí mismo y disfruto eso”, explica el actor.
Entre risas, la actriz Evan Rachel Wood confiesa que le tiene miedo a ciertas cuestiones estéticas como una arruga que, dicen, está apareciendo en el cuello de las personas —por mirar hacia abajo a la pantalla del celular—, o las modificaciones que algunos presentan en el dedo meñique.
“Eso me aterra”, dice entre risas al grupo de reporteros que la escucha desde el hotel Four Seasons de Los Ángeles.
“Además les juro que siempre tuve ojos perfectos y ahora están tan arruinados que tengo que usar lentes”, añade.
Los actores forman parte del elenco principal de la tercera temporada de "Westworld", la serie que se estrena este domingo a las 22:00 horas por la señal de HBO y a través de la aplicación HBO GO y cuyo tema central gira en torno al desarrollo tecnológico y cómo éste se ha pervertido en un futuro cada vez más probable.
Durante las primeras dos entregas el público conoció a Dolores (Evan Rachel Wood) un androide del grupo de “anfitriones” de un parque temático del futuro ("Westworld") en el que los humanos asistían para divertirse y cuya programación le impedía lastimarlos; al borrar la memoria de los robots cada día los visitantes podían hacer con ellos lo que quisieran.
Ahora Dolores ha logrado escapar y llegar al “mundo real” en busca de venganza.
“(Dolores) está explorando el mundo alrededor de ella y no creo que sepa qué es lo que va a hacer todavía, creo que es la primera vez que ella realmente tiene que tomar una decisión y para ella la decisión está entre salvar o destruir a la humanidad… una decisión muy pequeña que tomar”.
La trama abre el debate respecto de cuál es la frontera de la inteligencia artificial, retratando temas que no son tan lejanos, como los asistentes inteligentes y cómo cada vez la humanidad depende más de la tecnología.
“Todo está cambiando (en la vida real) y no entiendo muchas cosas pero creo que algo sorprendente de esta serie es que nos permite tener una representación visual de la tecnología, los peligros pero también la belleza de ella, y el hecho de que todavía podemos tener acceso al conocimiento, a la gente y tener una conexión como nunca antes tuvimos”, considera Evan.
“Somos capaces de tener conversaciones en tiempo real con prácticamente el mundo entero y es confuso, da miedo, está cambiando muy rápido y no siempre va en el sentido correcto”.
En medio del creciente número de casos por coronavirus la producción de la serie toma sus precauciones. Lisa y Jonathan, por coincidencia o no, son los únicos que no llegan al hotel y dan entrevistas vía telefónica.
En otro momento y con humor Aaron Paul se sobresalta cuando, al calor de la charla, choca las manos con un reportero e inmediatamente toma el gel antibacterial para que ambos, entre carcajadas, se limpien. Aún con esos inconvenientes que han llevado a la cancelación eventos alrededor del mundo, Aaron disfruta la charla y se dice bendecido de ser parte de "Westworld".
El actor, ligado a un personaje emblemático como fue el de Jesse Pinkman junto al actor Bryan Cranston (Walter White) en Breaking Bad, ve cierta relación entre los lazos que tuvieron los personajes de Breaking… y la relación que ahora vivirá junto a Dolores, pues ambos están buscando hacer el bien pero no de la manera correcta.
“Creo que Caleb (mi personaje) ve algo en Dolores de lo que no está muy seguro qué es pero hay un cierto instinto de confianza, tal vez porque él se acerca a ella para ayudarla en el primer episodio, y obviamente ella necesita ayuda, y él está ahí para ella y puedes ver la bondad en él. Él decide confiar”, adelanta.
Sin intención de volver a interpretar a alguien como Jesse siempre le estará agradecido.
“He estado en este juego por tanto tiempo que estoy bendecido de tener un personaje tan icónico como Jesse Pinkman en un show que fue el epicentro de la cultura pop de cierta forma y que lo sigue siendo, así que sólo continuo en la búsqueda de buen material, es lo mejor que puedes hacer”, señala.
“¿Voy a interpretar a algún drogadicto perdido y encantador ponto? No. Ya he hecho eso”, bromea.