A Paquín Jr. el amor por el arte circense le viene de familia, por eso, desde temprana edad supo que quería ser payaso, pero a pesar de que su formación es más tradicional, no descalifica a grupos de payasos que hoy son un fenómeno, como Los Wapayasos, Los Chicharrines o Los Destrampados.
“Durante la pandemia hice unos cursos en línea, por lo que me preparé para ser docente y llegué a la conclusión de que es tan noble el arte del payaso que algunos cantantes que no tienen la fuerza o el empuje para destacar tienen la posibilidad de refugiarse bajo la máscara y hacer su actividad, o conductores de televisión o de fiestas infantiles, que se escudan con el maquillaje o el traje, todo eso nos invita a creer que el arte del payaso es muy amplio y aún es tan noble y respetable”, dijo Arturo Pérez Ramírez, nombre real de Paquín Jr.
Paquín, quien este año celebra 35 años de trayectoria con el espectáculo “Vie de Cirque”, también destaca el trabajo de otros comediantes que enaltecen esta profesión y arte que se niega a morir, como Chuponcito, Lagrimita o Cepillín, ya que considera que todos los payasos tienen su mérito.
El payasito recuerda que, a pesar de que su padre fue el primer payaso Paquín, él prefería que estudiara una carrera, por lo que entonces ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para cursar Administración de empresas, pero en 1985, un año antes de terminar la escuela, su padre falleció y entonces él dejó todo para dedicarse a su pasión.
Tomar clases de teatro, investigar en sus tiempos libres sobre el arte del clown y dejar su país para formarse en teoría y práctica fue lo que hizo Paquín, quien debutó a finales de los 80 en Las Vegas, Nevada, con el Circo Vargas.
En 1991 regresó a México para trabajar con el Circo Atayde Hermanos, lo que fue un sueño hecho realidad, porque él nació durante una gira de esta compañía por Veracruz.
Desde entonces, Paquín ha trabajado en países como Chile, Colombia, Puerto Rico, Venezuela, China, Rusia, Cuba, España, por mencionar algunos, siempre llevando en alto el nombre de México en festivales internacionales.
Sus pasos fueron seguidos por su hijo, cuyo nombre artístico es Angelo, pero a diferencia de lo que pasó con él y su padre, Paquín decidió apoyarlo desde que le confesó su deseo, así que, a la par de su educación formal, el joven artista tuvo maestros de música, teatro, acrobacia, clown, entre otras cosas, y se decantó por ser un payaso cara blanca, a quien se le conoce como el Payaso Perfecto, por dominar muchas disciplinas. Desde hace 17 años, labra su propio camino.
Leer más:
DE LO CLÁSICO A LO CONTEMPORÁNEO
A Paquín Jr. le ha tocado vivir la transición del circo tradicional, que incluía animales en sus números, al circo contemporáneo, donde han tenido que suplir este elemento con números visualmente más estéticos y combinando otras artes, como la música o el teatro, algo que ha significado para su gremio todo un reto.
“Afortunadamente para nosotros los payasos o clown, este género invita a que seas totalmente libre, tienes que explorar, jugar, y no tenemos punto de referencia para hacer nuestras creaciones. Podemos abordar cualquier tema; en el espectáculo ‘Vie de Cirque’ hacemos un humor universal”.
En diciembre de 2021, Paquín Jr. participó en el Festival Los Mejores Payasos del Mundo, que se realizó en Rusia, donde compartió escenario con los mejores payasos del planeta, incluido el que hoy está catalogado como el mejor payaso del mundo, David Larible.
“Me comentaba David en esa ocasión: ‘Paquín, no existe ninguna evidencia de un payaso mexicano que haya pisado anteriormente este escenario, esto para mí es muy gratificante’. Le contesté que más para mí, porque estaba en escenarios que tienen más de 200 años y que fueron construidos especialmente para las artes circenses, que nos tomen en cuenta es una bendición”.
Para este payaso mexicano, es muy importante dar lo mejor en esta clase de eventos, porque lo que busca es que volteen a ver a los mexicanos y latinoamericanos para esta clase de festivales que también son importantes para la cultura.
Cuando Paquín Jr. dice que no es profeta en su tierra, no se refiere a que sea famoso o no, sino que en México se ve a la figura del payaso como algo secundario dentro del show, como un enlace entre un acto y otro, pero para él este gran elemento del mundo circense es totalmente libre, imprime una dinámica diferente en cada función que lleva al espectador no sólo a divertirse, sino a soñar.
“Busco la integración familiar a través de un trabajo blanco, transparente, donde cuido mucho todas las actitudes y sobre todo en los actos que presento trato de enviar un mensaje positivo siempre”, dijo Paquín.
Leer más:
CUATRO DÍAS DE FIESTA
El 21, 22, 28 y 29 de mayo Paquín Jr., junto al payaso cara blanca Angelo, celebrará sus más de tres décadas haciendo reír, llevando el espectáculo “Vie de Cirque” al Teatro Centenario Coyoacán.
“Es un sueño que sí se cumplió, estamos contentos y emocionados de poder hacerlo en la Ciudad de México, soñaba con poder presentar mi espectáculo completo aquí”.
“Vie de Cirque” nació en 2018 de manera accidental, porque necesitaba presentar un show, pero no tenían dónde ensayar, hasta que les prestaron una pequeña carpa, ahí las cosas fueron surgiendo y la pandemia le ayudó a él y al resto de la compañía para concluir con este proyecto que hoy es una realidad.
Paquín explica que curiosamente en su espectáculo son 11 mujeres las que tienen los números más audaces, demostrando el arrojo y el valor del género, como lo son los números de acrobacia aérea, pero también hay más disciplinas circenses y él, junto al payaso Angelo, tienen la labor de hacer reír al público.
“Nuestro objetivo es manejar las emociones del público a través de nuestro espectáculo, que es cien por ciento familiar, donde en hora y media de show no se pronuncia una sola sílaba, no se maneja el doble sentido ni el chiste picante, lo entienden perfectamente desde un niño de tres años o un adulto mayor de 99 años o más, al final tratamos de que el público salga feliz”.
En una era donde todo está en una pantalla, para Paquín Jr. es increíble ver a los jóvenes atentos a lo que hacen en el escenario, porque tienen ante sí un humor inteligente y que cada quien le da una interpretación diferente.
“Ofrecemos un espectáculo vintage, pero con toda la tecnología que podemos aprovechar actualmente, a través de cosas que no son nada rebuscadas y muy sencillas de entender, como el formar toda una historia fantástica con un pedazo de papel higiénico y un vaso desechable”.