”La pandemia, dentro de todo lo terrible que ha traído, es una gran oportunidad para despertar y en el mundo eso está pasando, sí está sucediendo de alguna u otra forma. Quiero suponer que algo vendrá de todo esto”, asegura el actor y director mexicano, Diego Luna.
La crisis sanitaria causada por el coronavirus llegó a cimbrar a Diego Luna de todas las formas posibles. El histrión explica que lo hizo cuestionarse su relación con lo más importante: el medio ambiente, la salud, las relaciones más importantes y además, la cercanía.
“Qué significa realmente estar cerca, dar un abrazo, estar ahí en el momento en el que hay que estar”, dice en entrevista.
En ese contexto llega a la pantalla su serie "Todo va a estar bien", de la que es creador y director, y que, explica, aspira a ser vista en el mundo en el que estamos hoy, donde la pandemia llegó a confrontarnos con quienes somos y lo importante que es que cambiemos.
La historia se desarrolla en la Ciudad de México, abriendo el diálogo a temas como el amor romántico, el matrimonio en la actualidad, si existe la pareja perfecta y la idea de familia con Flavio Medina y Lucía Uribe como la pareja protagonista.
8 CAPÍTULOS, de media hora conforman la serie, que estrena en Netflix el próximo 20 de agosto.
El lenguaje inclusivo, el machismo y el feminismo también forman parte de la trama, que este 20 de agosto llega a la plataforma Netflix y que para Luna es importante abordar.
“Eso nos está pasando a todos de alguna u otra forma, hoy hay una necesidad brutal de cuestionarnos todas nuestras dinámicas, nuestra relación con el lenguaje, y es un ejercicio que hay que hacer”, comenta.
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“A unos nos llevará más que a otros y los procesos serán largos, quiero imaginar, no es un switch que haces en tu cabeza y dices, ‘ya no voy a ser así’, crecimos entendiendo las relaciones de una forma y las tenemos que replantear de un modo en que podamos vivir en un entorno más justo, más equitativo, amoroso, respetuoso, y no creo que yo vaya solo en este viaje, conozco a muchos que están en esa misma reflexión y la serie quería retratar eso”.
“Pero de que hay que entrarle hay que entrarle y esta familia (la de la serie) le está entrando con toda su complejidad y las frustraciones que conlleva, toparse con pared y demás, pero nos tenemos que dar la oportunidad todas y todos de replantearnos muchas cosas y entrarle a este cambio que el tiempo nos pide a gritos”, enfatiza.
"Hoy hay una necesidad brutal de cuestionarnos todas nuestras dinámicas para vivir en un entorno más justo”
Diego Luna, actor y director
La serie, explica el director, aspira a preguntarse cuáles son todas esas expectativas que ponemos detrás de nuestras relaciones, qué tan sano resulta y qué tan provechoso para vivirlas al máximo. Diego quería cuestionar a la familia, que para él es lo más importante en su vida.
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“El amor más profundo es el que siento por mis hijos y por mis hijes, la profesión que tengo te permite agarrar todas esas reflexiones y tratar de contar una historia que ojalá encuentre un eco allá afuera y un público que se refleje y conecte con esas preguntas que nos hacemos”.
Cambio de rol
Esta no es la primera vez que Luna asume el papel de director. Ya en 2007 tuvo la dirección del documental "J.C. Chávez", sobre el boxeador mexicano Julio César Chávez, y en 2016 dirigió la cinta Mr. Pig, entre otros trabajos, pero sí se trata de su primera serie de este tipo.
Ante la pregunta sobre qué ha sido más difícil, si dirigir su primera serie o buscar destruir la estrella de la muerte, el intérprete del capitán Cassian Andor en la cinta "Rogue One: una historia de Star Wars", dice entre risas:
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“Dirigir una serie es de las cosas más difíciles que me han pasado porque es un proceso larguísimo, es una película de cuatro horas, es una película enorme, son ocho episodios que están cercanos a la media hora.
“Si lo piensan, es una película larguísima donde además soy alguien a quien le cuesta mucho delegar o pensar el proceso de filmación de alguna otra forma, entonces en muchos sentidos se filmó como una película, de principio a fin, de un jalón, con muy poquito tiempo comparado quizá con el que haces una película pero sí con una posibilidad de ir viviendo la historia, dejando que solita te vaya pidiendo esos ajustes y transformación”.