El s aprovechó al máximo su paso por la tercera temporada de: aprendió de cocina, juntó dinero que donará y realizó trabajos religiosos en el estudio de grabación.

“Confesé a Poncho de Nigris y al Travieso Arce, di asesorías a muchas personas, di dirección espiritual. Uno puede trabajar en su visión en cualquier parte”, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL.

El más reciente eliminado del show de Azteca Uno, aseguró que ser parte de esta competencia también le permitió dar el mensaje de que es posible convivir con personas de diversas preferencias sexuales, profesiones y religiones, sin discriminar a nadie.

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Para el padre, el único acercamiento que había tenido como cocinero fue cuando estudió un posgrado en Roma, pero aunque llegó al programa de cocina sin ninguna preparación logró mantenerse durante cinco episodios.

“Yo como lo esencial, de hecho sólo estaba comiendo una vez al día. Noy soy alguien que vaya mucho a restaurantes, pero creo que se puede aprender de todo y en ese sentido acepté el reto”, detalló.

“Aquí se tenía que elevar todo a un nivel master”, señaló José de Jesús, quien además es el capellán (sacerdote encargado del servicio en una comunidad) de orfanatos, asilos y personas con lepra.

Es a estos últimos a quienes donará la mitad del dinero que ganó al formar parte del elenco de este programa; la otra parte la dará a niños con necesidades.

“Más que cocinar, mi preocupación es que haya alimentos en los lugares en donde no hay”, aseguró.

“Lo que aprendí de este reality es que para la cocina se necesita tener paciencia y el tiempo es fundamental”.

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