Guadalajara.— Omar Chaparro vivió obsesionado, por mucho tiempo, con Rambo, el soldado superpoderoso interpretado por Slvester Stallone desde los 80 y que se convirtió en una franquicia que todavía en 2019 tuvo su última entrega.

“De niño quería ser él”, revela divertido el actor.

Pasaron casi cuatro décadas para que el sueño se le cumpliera, siendo un émulo de ese militar en un filme donde comparte créditos con Alejandro Speitzer, Natalia Solián, Paola Núñez, Luis Alberti y Gustavo Sánchez Parra.

Un billón a uno, cinta ahora en posproducción, cuenta la historia de Carlos (Chaparro) y Miguel (Speitzer), dos soldados de élite de las fuerza mexicanas y mejores amigos, cuyas vidas cambian cuando el primero es testigo del brutal asesinato de su esposa.

“Me corté el pelo, me dejé la barba y me puse ma... do (risas). De niño era mi obsesión ver a Rambo y de repente caí en cuenta de que en el filme estaba haciendo una especie de Rambo mexicano, lo había deseado y se me concedió, es una gran historia”, indica Chaparro.

El largometraje producido por El Estudio es la ópera prima de Rodrigo Valdés, que será estrenada por Prime Video.

“México es de los países que ven más acción en las pantallas y en todos los medios, pero ¿por qué como cineastas mexicanos no hacemos acción?, ¿por qué no producimos películas de acción?”, dijo en su momento, por medio de un comunicado, el productor Pablo Cruz.

Un billón a uno puede ser considerada la segunda película de acción de Chaparro, luego de haber debutado cinematográficamente en la comedia Suave patria, al lado de Adrián Uribe, en 2012.

“Ahora hay más oportunidades que nunca, hay muchas plataformas, nuevos talentos, fusiones entre países, yo busco siempre lo positivo de las cosas”, apunta.

Chaparro asistió el sábado a la 66 entrega del Ariel, que reconoce lo mejor del cine nacional.

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