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Cuando Omar Chaparro grabó por primera vez “¿De qué me sirve el cielo?” vivió una experiencia difícil por todos los haters que se presentaron. Además, el conductor quería parecerse a Pedro Infante por lo que rezó y le pidió tanto a Dios como al músico mexicano.
“Hasta me amenazaron, no nada más en redes, hablaron a mi oficina y amenazaron a mi mánager: ‘más le vale que no se atreva a hacer ese personaje’”, recuerda.
En el tema original se escucha su voz quebrada. Durante la grabación lloró y le pidió al productor que apagara la luz porque no quería que lo vieran. Sin embargo, ahora que lo ha vuelto a grabar junto a Diego Verdaguer la experiencia fue distinta: ya no tenía que ser Infante.
“Yo creo que Pedro me ayudó a mí a encontrar un estilo y sobre todo a tener confianza en mi voz. Yo no soy un cantante profesional, soy un actor que ama la música y ama cantar. Dios no me dio el talento pero me dio el tesón y la terquedad”, comenta.