Arcelia Ramírez y Fernanda Castillo saben que hay una conexión especial entre madres e hijos, la cual permite a las primeras, de alguna manera, saber por lo que están pasando ellos, sin verlos.
“Hay un asunto de instinto ahí, aparte de la convivencia diaria y la preocupación que siempre se tiene de ellos”, dice Arcelia.
Así que cuando les llegó el guión de Ojos que no ven, donde interpretan a dos mujeres en distintas condiciones de maternidad, no se negaron.
Arcelia interpreta a Elena, una maestra encargada de una biblioteca escolar, quien se siente culpable por la muerte de su hijo. Fernanda, en tanto, es Andrea, madre de un niño con gran parecido al pequeño de la profesora, con el que ella se obsesiona, al punto de secuestrarlo.
El thriller, ópera prima de Alfonso Zárate, que estrena hoy en cines comerciales, deambula entre la ternura, tristezas y obsesiones de una y la preocupación, incredulidad y rabia de la otra.
“Son dos personajes que la vida confronta: vienen de maternidades diferentes, ella (de Arcelia) de tener una familia, el mío de una búsqueda. Son distintas maneras de maternar que ponemos en la mesa, que científicamente se está viendo y no lo podemos negar”, expresa Castillo.
Arcelia interviene:
“Mi personaje es una mujer que ha pasado por la peor tragedia que puede haber, que es perder un hijo, pero sobre todo está sintiéndose culpable de ello, lo que le impide un duelo como tal. No acaba de cerrar ese dolor, ese abismo, esa depresión, que le obliga a tomar un montón de pastillas para reaccionar”.
La maternidad está afianzándose como tema del cine mexicano. Apenas en el reciente festival de cine de Morelia, varios títulos de la competencia oficial la abordaban: si en La hija de todas las rabias se veía a una mujer abandonando a su hija por amor, en Huesera existe una chica que no desea ser madre y en Días borrosos otra desea tener un hijo a costa de todo. Las tres esperan fecha de estreno.
“Finalmente es hablar del origen de donde venimos, de quiénes somos, cómo nos crecieron”, expresa Fernanda al respecto.
En el elenco de Ojos que no ven se encuentran Flavio Medina, interpretando a la expareja del personaje de Arceli,a y Héctor Kotsifakis, como un policía.
El debutante niño Matías López encarna al motor del guión coescrito por Sandra Flores y el propio realizador Zárate.
En la historia se plantean ambientes sórdidos. Una de las locaciones fue un parque de diversiones abandonado, en el que había dinosaurios, seres que le gustaban al niño, y en cuyo entorno se descubren algunas cosas.
“Se veía extraordinariamente jodido y ayudaba a todo”, comenta divertida Fernanda.
Para Arcelia, la llegada de directoras, productoras y escritoras, como en este caso, es la llegada de una mirada femenina que no se irá jamás.
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