El festival conmemorativo del recién celebrado Día de Muertos, Coco: un festival para recordar,tomó como base a la película animada para su desarrollo.
Como marco al escenario se montó una escenografía simulando arcos, sobre la cual se colocaron decenas de pequeñas pantallas sobre las que se proyectaban distintas imágenes como flores de cempasúchil y muros.
Ahí fue donde también se proyectó la llamada ofrenda más grande del mundo, con fotografías de familiares y seres queridos ya fallecidos de los asistentes.
Luego de la exhibición de la película Coco, la cual fue aderezada con música y canciones en vivo que pertenecían o machaban con la cinta, Sandra Echeverría continuó con la fiesta auditiva.
Tres fueron los responsables de cerrar Coco, un festival para recordar, que se realizó la noche del sábado en la Monumental Plaza de Toros México.
Pedro Fernández enloqueció con su movimiento de cadera; Sandra Echeverría hizo corear al público “Deja que salga la luna” y Los Ángeles Azules reafirmaron que, desde Iztapalapa, conquistan a donde quiera que se paran.
Veinte mil personas, de acuerdo con cifras de los organizadores, ocuparon los asientos liberados para el evento, en el que también tuvieron oportunidad de ver y escuchar como cantante a Omar Chaparro.
Con “Deja que salga la luna” y “De qué manera te olvido”, Echeverría dejó preparado el terreno para el arribo de Fernández con “El aventurero”, quien para “Yo no fui” ya tenía en un puño al público al que terminó de atrapar con su baile.
“Me siento honrado de estar aquí”, expresó en algún momento de su presentación.
La noche cerró con la aparición de Los Ángeles Azules que pusieron a bailar a la gente desde un inicio con “Entrega de amor” y “Ay amor”, esta última a dúo con Eugenia León.
“Un honor cantar con ustedes”, dijo Eugenia, quien fue presentada como una de las voces más bonitas de ahora.
La fiesta siguió una media hora de canciones como “Mis sentimientos” y “Cómo te voy a olvidar”.
El festival, que tuvo una duración promedio de tres horas, se complementó, además de la ofrenda interactiva, con un desfile de alebrijes fluorescentes, calaveras, personajes mágicos, entre otras sorpresas.