La sangre de Gabriel García Márquez, autor de Cien años de soledad, continúa en el cine mexicano a través de su nieto, pero por medio de la actuación.
El escritor Mateo García (Ciudad de México, 1987) es parte de Tótem, cinta nacional que buscará un lugar en la próxima entrega del Oscar, y en la que su personaje prácticamente es el motor de la historia.
En el nuevo filme de Lila Avilés (La camarista), que se estrenará este jueves en salas mexicanas, es el padre de familia que se encuentra en fase terminal y el motivo por el cual todos se reúnen, iniciando por su pequeña hija, por cuyos ojos se ve todo lo que ocurre.
“Me invitaron y no tenía ni idea para qué, yo nunca pensé se actor ni intentaba serlo (risas). Primero pensé que era para escribir el guión y luego me dijeron que no, sino para un personaje. Pensé que era más fácil, yo fui muy gallito y de pronto sí fue complicado”, recuerda.
Mateo es conocido en la industria por haber sido autor de Desierto, película que dirigió su primo Jonás Cuarón y hace dos años publicó su primera novela Una cita con la Lady, en la que pretendía reflejar los estados alterados de la conciencia inducidos por las drogas.
Recientemente presentó Tráfico de almas”, cuento donde narra el bloqueo creativo de un escritor, mientras busca una historia.
Para su participación en Tótem se sometió a una dieta a fin de aparecer casi en los huesos, también tuvo clases de un enfermero y, sobre todo, contó con el apoyo de actrices como Montserrat Marañón, que integran el elenco.
Mateo es alguien que siempre ha reconocido que en el mundo de las letras siempre habrá comparaciones con su abuelo, pero ha ido forjando su propia carrera, que ahora se acrecenta con ponerse frente a una cámara.
“Sigo siendo escritor y me gusta eso, escribir. Yo no soy actor, más bien soy un no actor y Lila (la directora) tiene un método muy especial de dirigir, aquí fue una gran aventura para mí”, agrega.
Tótem se estrenó internacionalmente durante la pasada edición de la Berlinale, donde obtuvo el premio Ecuménico que entregan organizaciones cinematográficas de las iglesias católica y protestante, por considerarla un conmovedor retrato de familia.
Cuatro días antes de su llegada a salas mexicanas, estará en los Gotham Awards, que reconoce al cine independiente y a los que asistirá Lila Avilés, quien considera que el simple hecho de estar nominado, ya es un premio.