Ni Rosalía ni Daft Punk ni Ariana Grande, pero sí cientos de “the weeknds” llenaron el estadio Raymond James de Florida en el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LV.
El canadiense Abel Makkonen Tesfaye, conocido artísticamente como The Weeknd, puso música al encuentro deportivo de la NFL (Liga Nacional de Futbol Americano, por sus siglas en inglés), en el que Tampa Bay Buccaners y Kansas City Chiefs se enfrentaron este domingo.
Usando su ya clásico saco rojo, el cantante apareció dentro de un auto del que bajó para salir a un escenario iluminado que simulaba una ciudad y donde ya lo esperaba un coro para dar las primeras notas de “Starboy”, tema con el que abrió el show que llegó para dar un poco de esperanza a un año del inicio de la pandemia en la que cientos de eventos multitudinarios se cancelaron alrededor del mundo.
Pero fue con “I can’t feel my face” que aparecieron decenas de bailarines vestidos como él pero con el rostro cubierto por vendas, así como el cantante ha aparecido en los diferentes videos que han acompañado a los sencillos de su último álbum, After hours y con los que ha construido una mini película.
Sin embargo, ni el despliegue de luces y pirotecnia —Abel puso 7 millones de dólares de su bolsillo para el ambicioso show que prometió— fueron suficientes para que en redes sociales no atacaran al músico, sobre todo por la ausencia de artistas que han colaborado con él a lo largo de su carrera y que se esperaba lo acompañaran de manera sorpresiva, aunque ya había confirmado que actuaría en solitario. Una de las agrupaciones que más se esperaban era Daft Punk, pues The Weeknd interpretó el tema “I feel it coming”, que grabara en 2016 con el dúo francés de música electrónica.
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Acompañado o no, el espectáculo de The Weeknd fue visto desde las gradas del estadio por 22 mil aficionados que consiguieron uno de los peleados boletos para un recinto con una capacidad de 75 mil.
Ante la actual crisis por el Covid-19, como medida de seguridad esa fue la cifra máxima de aforo, de los cuales se vendieron sólo 14 mil 500 boletos, mientras que la otra parte se destinó exclusivamente para el personal de salud. El resto de butacas se “llenaron” con siluetas que simulaban gente.
Abel eligió para los casi 14 minutos del show otros de sus sencillos más aplaudidos: “Save your tears” y “Earned it”, esta última con la que fue nominado al Oscar como Canción original de 50 sombras de Grey en 2014, pero fue con su última canción con la que más impacto causó al llenar la cancha del estadio.
Las decenas de bailarines que vestían de rojo se convirtieron en cientos para bailar “Blinding lights” alrededor del cantante llevando luces en las manos, mientras que de entre todos, Abel destacaba sólo por no llevar el rostro vendado.
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Con las últimas notas de la canción más escuchada del 2020 en Spotify cerró el show en un fin de semana en que otros artistas como Miley Cyrus, Billy Idol y Green Day también dieron conciertos como parte de los festejos en torno al Super Bowl, en donde también se recordó a las víctimas del Covid-19 con un minuto de silencio al inicio del partido.
El artista canadiense quiso presentar un espectáculo muy visual.
7 MILLONES DE DÓLARES invirtió en su presentación.
14 MINUTOS duró su actuación en el medio tiempo.
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