La princesa Charlotte, con tan solo 8 años, es considerada una de las niñas más ricas del mundo, y gran parte de esta fortuna se atribuye al fenómeno del "efecto Charlotte", que sigue el legado del exitoso "efecto Kate" protagonizado por su madre, Kate Middleton.
El "efecto Kate" se hizo evidente desde el momento en que Kate Middleton se unió a la Familia Real al casarse con el príncipe William. La fortuna de la niña asciende a 4 mil 400 millones de dólares. Cada prenda, bolso o joya que la duquesa de Cambridge usaba se convertía en un objeto de deseo, y la moda que llevaba rápidamente se agotaba en las tiendas. Cada outfit de Kate se convertía en un "must-have" instantáneo, y su estilo impecable y sofisticado la convirtió en una referencia de moda a nivel mundial.
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La princesa Charlotte, siguiendo los pasos de su madre, se ha convertido en una verdadera "royal it girl". Desde sus primeras apariciones públicas, ha generado un gran interés en cada una de las piezas que viste. Sus adorables abrigos de Amaia Kids y sus encantadores vestidos de la marca Rachel Riley se convierten en objetos de deseo y se agotan rápidamente cada vez que la princesa es fotografiada con ellos.
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El estilo de la princesa Charlotte es impecable y muy británico, y cada prenda que utiliza se convierte en una tendencia de moda. A pesar de su corta edad, su posición privilegiada en la monarquía más atractiva del mundo y su futuro papel como embajadora de la moda británica hacen que su influencia sea considerable.
Además, la capacidad de la princesa Charlotte para reciclar algunas de sus prendas en diferentes eventos demuestra su compromiso con la sostenibilidad y la moda consciente, sabiendo cómo aprovechar su basta fortuna.