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“Sólo Dios sabe a dónde puede llevar esto. Y aunque nuestro amor empiece a descontrolarse. Y tú y yo nos incendiemos. El cielo no será lo mismo”, cantó Niall Horan, ante miles de fanáticas mexicanas que tuvieron una cita masiva con él anoche en el Palacio de los Deportes.
Además del tema “Heaven”, el ex One Direction ofreció un intenso repertorio que abarcó temas en solitario, como “This town”, “Flicker” (con la que se emocionó hasta las lágrimas) y “Slow hands”. Además de otros de la agrupación, como “Stockholm syndrome”.
Al inicio del show, el público asistente, en su mayoría integrado por jovencitas, comenzó la clásica ola que recorrió todo el recinto, marcando así el ambiente que sería intenso, lleno de gritos ensordecedores y cantos a todo volumen.
El verdadero estallido de emoción llegó cuando dos ojos rosas aparecieron en las pantallas.
En ese momento, quienes estaban en las gradas se levantaron para saltar, sin dejar de gritar.
“Buenas tardes, México”, dijo el cantante al iniciar con “Nice to meet ya”, la primera canción, que provocó un manto estelar de pantallas de su celular.
“I love you, México”, les replicó en inglés a sus seguidoras que le respondieron con una intensidad que hizo inaudible la melodía.
Entre sus músicos destacaó una chica que, además de tocar el violín, también interpretó algunos temas con guitarra.
Continúó con “Small talk”, del álbum Heartbreak weather, para hacer otra pausa: “Es bueno estár de regreso”, dijo en su idioma natal.
Luego, se tomó tiempo para agradecer: “El amor que tengo por este país es increíble”, se confesó.
