Ni teléfonos celulares, ni ipad ni computadoras, nada de eso existía como opción para regalar en las navidades de hace 80 años, por el contrario, los radios, las victoras y las cámaras fotográficas eran las opciones ideales para obsequiar en esta temporada decembrina.
En las páginas de EL UNIVERSAL se promocionaron varios productos para llevar el entretenimiento a casa, el cine, la música y las fotografías podían llegar a los hogares a través de accesorios que actualmente ya están descontinuados y completamente pasados de moda.
Sin embargo, en 1940 había objetos de deseo que no cualquiera podía tener.
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Estos artículos que se utilizaban para escuchar y grabar música, fueron un auténtico fenómenos en su momento, la publicidad de la época así las pinataba:
Todos, chicos y grandes, hombres y mujeres, anhelan desde el fondo de su corazón poseer una Radio-Victorola RCA Victor 1941. Saben que constituye el único medio de diversión y perfecta alegría en el hogar, saben que con ella pueden escuchar las radiodifusoras del universo, saben que los artistas de fama mundial, los principales compositores y las mejores orquestas del mundo están a su disposición en el momento preciso que los requieran, cuantas veces quieran. Saben que las Radio Victrolas 1941 tienen además, un sensacional equipo para grabar discos en casa, y que hasta un chiquillo puede hacerlo a la perfección, porque los instrumentos RCA Victor reúnen, entre otras características, renombrada eficiencia aunada a gran facilidad en el manejo.
Además de los cuatro modelos que ofrecían, en el anuncio se encontraban los nombres de los lugares donde podían conseguirse, como Casa Victor, ubicada en calle Madero #10, o Radio Mexicana, en la calle República de Chile #2; en Casa Alemana de Música, ubicada entonces en San Juan de Letrán y Artículo 123.
Como características:
Las victrolas fueron presentadas públicamente por primera vez en 1925, fue el primer fonógrafo de consumo diseñado específicamente para reproducir discos fonográficos grabados eléctricamente.
Así se presentaban las características de este elegante y anhelado objeto:
Todos saben también que RCA Víctor dota sus famosas victrolas con gran finura y ejemplar belleza exterior, que su calidad tonal y verdadera alta fidelidad es piedra angular de su inconmovible prestigi , que sus precios son los más bajos que se conocen que la historia y que cada instrumento va respaldado por cada medio siglo de igualada experiencia en el campo de la acústica y de la reproducción de sonido.
Se señalaba como nota importante:
Las agencias autorizadas RCA Víctor entregarán Radio-Victrolas para regalos de Navidad, aunque para ello tengan que trabajar hasta horas avanzadas.
La magia de la fotografía y la posibilidad de crear un cine en el hogar eran opciones muy atractivas en aquellos años, así que esta Kodak, fundada el año 1892 en los Estados Unidos dedicada al diseño, producción y comercialización de equipamiento fotográfico no desaprovecharon la oportunidad de anunciarse en las páginas de El gran diario de México y ser una opción navideña; esto se leía en uno de los anuncios:
Con el maravilloso cine Kodak podrán satisfacer todos su afición al cine y conservar en celuloide para toda la vida, sus eventos más importantes. Con ellas pueden hacer películas tan perfectas como las profesionales, y proyectarlas a muy poco costo. La CINE KODAK permite hacer con más facilidad que una foto cualquiera filmes en bellísimos colores naturales. Aproveche esta sensacional oferta de Foto Regis ¡Diga Feliz Navidad con una cine Kodak y pague hasta 1941!
En la compra de plumas, un instrumento indispensable para la escritura a mano, que en esos años era muy usual, el público podía ganarse un radiofonógrafo, un instrumento capaz de reproducir cualquier disco.
Los discos de acetato eran un objeto de deseo que en Navidad era común obsequiar, así que la invitación para adquirir alguno en las tiendas del centro histórico de la Ciudad de México no podía faltar, incluso algunas sucursales regalaban discos.
Muebles, estufas, lavadoras y refrigeradores también eran opción para obsequiar en Navidad, los precios bajos, las facilidades de pago y los enganches a bajo costo eran atractivos para el público que consultaba las ofertas en el periódico.
Abrigos de pieles para damas eran presentados como un regalo que toda mujer deseaba recibir, y claro, Navidad era una muy buena oportunidad para obsequiar tan exclusiva prenda.
“Hay cientos de modelos donde elegir, pero conviene apresurarse porque a estos precios se agotarán rápidamente las existencias. Apresúrese”, se lee el antaño promocional donde también se anunciaban otras novedades femeninas como sombreros.
El Centro histórico de la Ciudad de México siempre ha sido una de las opciones más atractivas para cenar en la Noche Buena, en 1941, en las páginas de EL UNIVERSAL se anunciaba la opción de El Molino, lugar ubicado en el corazón del Centro Histórico donde se ofrecía un amplio menú.
Además de la cena, la velada de Nochebuena tendría baile con gorros, serpentinas, y un ambiente "decente"; las rifas y los regalos eran infaltables.
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