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janet.merida@eluniversal.com.mx
Todos hemos tenido el corazón roto en unas ocasiones, y lleno de alegría en otras. Sin Bandera ha musicalizado esos episodios de la vida creando un gran público que los acompañó este sábado a su séptimo concierto en el Auditorio Nacional.
A las 20:20, Noel Schajris y Leonel García aparecieron casuales en el escenario; el primero con chaqueta estampada y, tras el saludo de ambos al público, directo a los teclados; el segundo, de negro y con un saco que a los pocos minutos estorbó, y directo a la guitarra.
Durante el espectáculo, el número 101 de su gira y sold out esa noche, Noel Schajris y Leonel García, ya instalados en sus instrumentos, pusieron a cantar al público, lo hicieron bailar, reír y seguramente, a recordar.
Los músicos dieron voz a “Amor real”, tema principal de la telenovela de época de Televisa. En la batería: Leonel García.
También sonó “Adiós”, tema que habla de la imposibilidad de estar con alguien a quien se ama por mucho que ambas partes lo intentaron. No es la clásica canción de despecho o depresiva, es de dolor pero también de agradecimiento.
“Incontables las veces que me devolviste la fe”, dice en alguna de sus líneas, previas al adiós.
Los clásicos de su carrera no podían faltar, esas canciones que se popularizaron en la radio como “Que lloro” y “Suelta mi mano”, todas distribuidas a lo largo de la velada para que el público tuviera distintas emociones.
“Nuestra misión es hacer que se liberen emociones, que se renueven” dijo Leonel.
Cuando tocó el momento de “Sirena”, Noel bajó del escenario y recorrió gran parte del Auditorio saludando a la gente y cantando con ellos, hecho que enloqueció a las fans que corrieron tras él para buscar la selfie o, al menos, el saludo.
Casi en la recta final, el dueto interpretó “Que me alcance la vida”, canción que se va a lo opuesto de “Adiós”, pues gira en torno al amor logrado, a lo recíproco. El público, por supuesto, hizo coro con ellos.
“Mientes tan bien” y “Entra en mi vida” también se escucharon en el lugar antes de que los artistas concluyeran la noche, no sin antes agradecerse mutuamente por dos horas de show y estos años de trabajo.
