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Si alguien conoció a Sebastián Yatra hace cinco años, cuando le costaba trabajo hablar, esta noche se habría sorprendido de su manera de comunicarse con el público.
El colombiano bromeó, platicó con los asistentes al Tecate Emblema y hasta llamó a México el país “más chingón del mundo”.
“¿Cómo la estamos pasando, pueden pasar todos los años y todas las cosas y tenerlos a ustedes enfrente y nunca dejaré de estar agradecido, a veces siento que no lo merezco”, dijo en algún momento.
Inició su presentación portando una chamarra oscura, que luego se quitó para mostrar una playera blanca y la leyenda “Yo que soy un cabrón ¿qué hice pa’ merecerte?”.
“Tacones rojos”, “Por perro” y “Cómo mirarte” integraron su lista de canciones, que no estaría completa sin “Traicionera”, la que lo lanzó a la estrella mediática en 2016.
Pero fue “Ya no tiene novio” la que puso a saltar a bailar a la gente, saltando sobre su lugar, alzando los brazos, alguno de ellos coronada por una cerveza o un vaso ya vacío.
Y si hubiera habido un techo en el lugar, lo más seguro es que éste hubiese volado cuando se escucharon los primeros acordes de la romántica “No hay nadie más”.
“¿Quién canta más fuerte?, ¿de esta lado o de este?”, arengó en algún momento, recibiendo gritos de aprobación.
Y mientras en la pantalla central del escenario se proyectaba una luna llena animada, con delfines saltando, se despojó de la camiseta, dejando su torso desnudo y, con ello el alarido del público femenino.
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“Un año”, la canción que dice le cambia la vida cada que la interpreta, contó con un árbol proyectado que cambiaba conforma a las estaciones del año representadas en el color de su follaje.
“Alcen la mano de quien está enamorado, lastimado a alguien”, exclamó recibiendo pronta respuesta.
Yatra, el que ha evolucionado para bien de todos.
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