El mánager Scooter Braun , actual dueño del sello discográfico Big Machine Label Group y quien fue acusado por la cantante Taylor Swift de prohibirle cantar sus propias canciones en un show, anunció que quería resolver el problema.
Braun publicó una declaración a través de redes sociales en la que afirma que ha recibido múltiples amenazas de muerte luego de que la artista acusara que su participación en los American Music Awards (AMAs) estaba en duda, al igual que "cualquier otro evento grabado" que tuviera agendado hasta noviembre de 2020, debido a una disputa legal con su exsello, adquirido por Scooter en junio de este año.
"Desde que publicaste tu comunicado la semana pasada, he recibido numerosas amenazas de muerte dirigidas a mi familia. Esta mañana hablé públicamente por primera vez, diciendo que no participaría en una guerra de redes sociales. No obstante, cuando llegué a mi casa en la noche me encontré a mi esposa, quien había recibido llamadas telefónicas con amenazas contra la seguridad de nuestros hijos ", se lee en el extenso comunicado.
Luego el mánager asegura que cree que esa no era la intención de la artista, pero le pide que entienda que sus palabras tienen mucho peso y que su mensaje puede ser interpretado en muchas maneras diferentes.
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"Mientras estoy desilusionado de que has permanecido en silencio tras ser notificada por tus representantes de estas amenazas, cuatro días atrás, todavía tengo esperanzas de que podamos resolver esto", agrega.
En la misma declaración Braun lamenta que su compra del sello discográfico le haya causado tanto "dolor" a Swift, y afirma que está abierto a "todas las posibilidades" para resolver el conflicto.
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"Mis intentos y llamados para tener una discusión abierta contigo en los últimos seis meses han sido todos rechazados. Casi pareciera como si no tuvieras interés en resolver el conflicto", sentencia.
Braun condena en el escrito la violencia a la que se ha visto expuesto y remarca que la cantante sí puede cantar sus canciones antiguas en el show de los AMAs. "No necesitas el permiso de nadie para hacerlo legalmente, pero lo digo acá públicamente para que no haya mayor confusión o debate", aclara.
La disputa entre ambas celebridades se basa en los derechos sobre las antiguas canciones de Swift, las que realizó con Big Machine Label tras firmar un contrato con ellos cuando tenía 15 años. Con este sello discográfico lanzó seis discos y luego se cambió a Republic, parte del grupo de Universal Music. Posteriormente Big Machine pasó a manos de Braun, lo que le otorgó la propiedad de las primeras canciones de la estrella pop.
nrv