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Hay dos cosas que están en el ADN de Sam Smith. No las puede negar y, por el contrario, las presume: su linaje inglés y su clara y abierta orientación sexual.

Durante su concierto en el Palacio de los Deportes, Sam exhibió ambas. Por un lado, dio muestra de su puntualidad inglesa al iniciar su show a las 21:00 horas, tal y como estaba previsto, ni un minuto antes, ni uno después.

Por otro lado, su show fue un festejo a la diversidad sexual, cultural y social. Un par de horas antes, los alrededores del Domo de Cobre lucían multicolores con las cientos de banderas y coronas de flores que simulaban un arcoiris. Se trataba de los vendedores y fans que portaban estos objetos para rendir honor a su ídolo, quien al ser abiertamente gay, ha inspirado a que muchos adolescentes no sientan temor de vivir y hablar de su orientación.

Al menos así es como lo vio Joaquín Sánchez, de 16 años, quien en compañía de sus amigas decía estar emocionado por ver a Sam Smith. Contó que a través de sus letras se sintió inspirado para confesarle a sus padres que es gay.

“Para muchos de nosotros él es una inspiración. Sus letras hablan mucho de lo que vivimos y sentimos, él me hizo darme cuenta que no hay nada malo con ser gay y hoy estoy muy orgulloso”, dijo el joven estudiante de preparatoria.

Quizá esta sea una de las razones por las que desde que empezó el show de Smith con los temas “One last song” y “I’m not the only one”, todo el recinto las coreó a todo pulmón pero sobre todo, con un gran sentimiento. Parecía que los temas hubieran sido escritos para cada uno de ellos.

“Ciudad de Mexico, ¿cómo están esta noche? Bienvenidos cada uno de ustedes. Muchas gracias por todo ese ruido”, saludó Smith.

Durante la velada, el inglés dijo estar sorprendido por la respuesta del público y aseguró amar a nuestro país. Lo cierto es que convocó a fans de muchos lugares: estaban los capitalinos pero también aquellos que venían del Norte, de Guadalajara, Monterrey y Sonora. También se observaba a otros que venían en grupos provenientes de Acapulco o Mérida. Así como variedad de mexicanos, también había un abanico de preferencias sexuales.

Entre las butacas estaban las parejas de novios, de novias, todos siendo parte de la comunión que Smith brindaba esta noche con canciones como “Lay me down”, “Nirvana” o “I tole you now”.

“México, me la estoy pasando bien, sólo puedo decir que estamos agradecidos con cada una de estas personas que están aquí en este lugar. En verdad amo este país y quiero darles las gracias”, detalló.

El artista de 26 años se mostró muy involucrado con su público, a quien en diversas ocasiones se dirigía para agradecer, mientras cantaba algunas melodías como “Writing’s on the wall”, “Latch” y “Money in my mind”.

Para esta noche tan especial, Smith lució un traje de dos piezas negro que combinó con una camiseta blanca. Su atuendo hizo juego con la sobriedad del escenario, que aunque también era negro, lucía imponente con el juego de luces y una estructura piramidal que por momentos se abría y cerraba.

El cantante estuvo acompañado por sus músicos y coristas, que lograron diversas ovaciones gracias a sus potentes voces y bailes.

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