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Con 55 años de carrera, Raphael no le tiene miedo al paso del tiempo, del que dice, ha tomado los mejores conocimientos en busca de la perfección, por lo que su camino musical aún es largo.

“Me quedo con el Raphael de ahora porque he aprendido mucho. El tiempo tiene una cosa mala que es su paso, pero tiene una buenísima: que aprendes y eso me ha servido muchísimo. Estoy tranquilo, sin nervios, salgo al escenario pisando huevos y a disfrutar con el público, no le tengo miedo”, señaló el artista.

El cantante, quien se presentará el 17 de marzo en el Auditorio Nacional, adelantó que espera complacer a los fans que lo han seguido a lo largo de su trayectoria así como a las nuevas generaciones que lo escuchan. De igual forma, el español dijo que el retiro es una idea que no contempla ni a corto ni a mediano plazo.

“Siempre hay cosas qué hacer, ¿qué me falta? No me falta nada pero yo quiero llegar a ser un artista perfecto, puedo aprender mucho todavía y como yo soy un inconformista nato de toda la vida, pues quiero llegar a algo más. El público quiere que esté ahí y yo he estado”.

Esa misma exigencia es la que, indica, lo motiva a dar lo mejor durante cada concierto. “No te creas que yo bajo del escenario contento, siempre salgo protestando y ha habido algo que podría haber evitado, siempre tengo algo qué decir”.

El cantante adelantó que si bien en su última producción colaboró con artistas como Enrique Bunbury, Dani Martin y Paty Cantú, espera incluir a otros más pronto, de los que no quiso revelar nombres.

“Este disco que he hecho con autores españoles (refiriéndose a su último material titulado Infinitos bailes) lo empiezo a hacer ahora con autores de Latinoamérica. Ahora estamos en el reparto, Bunbury va a estar pero si después no atina, podemos dejarlo ahí”, adelantó sonriente.

De igual forma, agradeció la propuesta de la alcaldesa de Madrid , Manuela Carmena, quien ha solicitado que tanto él como el cineasta Pedro Almodóvar fueran nombrados hijos adoptivos de Madrid, situación que lo llena de ilusión.

“Para mí ha sido muy emotivo porque vivo en Madrid desde que tenía nueve meses. Yo soy andaluz, entonces que Madrid tenga ese detallazo conmigo de nombrarme hijo adoptivo para mí es un sueño. Es mi ciudad”, afirmó El Divo de Linares.

A su llegada a la Ciudad de México, Raphael se enteró de la salud de José José, a quien le deseo una pronta recuperación. “Creí que estaba ya muy bien. Lo siento muchísimo porque es muy querido y además es un cantante maravilloso, siempre lo fue”.

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