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Con una sonrisa y con la jovialidad que lo caracteriza, el cantante de música vernácula, Ramón Aguirre, dice lleno de orgullo:
“Soy el único actor mexicano que tuvo la dicha de tener una actuación de reparto en una película que se estrenó en 20 países, Rec 3: Génesis”.
Efectivamente, en la producción cinematográfica del director español Paco Plaza se puede ver al cantante casi al inicio de la historia, interpretando a un mesero en una boda que sorpresivamente se convierte en una pesadilla zombie.
“Para mí fue una bendición de Dios esa oportunidad. Espero que en mi México me lo valoren un poco, sobre todo ahora que está mucho eso de ‘sí se pude y vamos a imaginar cosas chin…,’ yo las he soñado y las he llegado a cumplir”.
Es originario de Parral, Chihuahua, pero desde niño llegó a la Ciudad de México. Su llegada a la música vernácula fue muy curiosa, con 16 años tocaba la guitarra en un grupo de rock, después tuvo una temporada en el extinto centro nocturno La Pulquería Las Glorias de Baco en la Zona Rosa, donde cantaba boleros pero tenía la obligación de realizar un bloque de canciones rancheras, fue ahí donde se vistió por primera vez de charro.
Un viaje de vacaciones por Europa se prolongó 25 años, porque gracias al dueño de un restaurante mexicano llamado Xochimilco, ubicado en Barcelona, comenzó a tener trabajo en aquel país y con todos sus papeles en regla aceptó trabajos como actor en programas de televisión, comerciales y películas. Incluso logró formar su propio mariachi.
“Fueron dos años en los que tardé en llegar pero lo hice, en los casting que iba había mucho gitano, marroquí, mucha gente morena y de bigote cuando se pedía el perfil de un mexicano, pero cuando me veían a mí y me escuchaban hablar mejor se retiraban porque además cantaba, y bendito Dios me daban los papeles”.
Hace cuatro años regresó de la Madre Patria y ha tenido que comenzar prácticamente de cero, pero eso no intimidó a Ramón.
“Fueron varios motivos los que me hicieron regresar, entre ellos el fallecimiento de mi madre. Dije: ‘si ya triunfé en España y Europa, ¿por qué no la voy hacer en mi país?’”
Pero al volver a su tierra natal se encontró con el panorama de que la juventud ya no escucha música ranchera, que prefieren otros géneros, en su mayoría extranjeros.
“No hay esa cultura de nuestras raíces, pero creo que es algo que pasa a nivel mundial. Si vieran con que gusto reciben en el extranjero a un charro o un mariachi, pero eso uno lo tiene que vivir para comprenderlo”.
Ahora que está de regreso, Ramón Aguirre tiene entre sus planes grabar un disco, el cual será producido por Rodrigo Cueva, hijo de Aída Cuevas, quien también será su madrina en la presentación de este proyecto.