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Fuera de calmar las ganas del público mexicano con su presentación en el Zócalo el fin de semana, Pixies lo único que consiguió fue alborotar aún más la euforia por su visita en el concierto que ofrecieron la noche del lunes en el Teatro Metropólitan.
Luego de proyectar un un documental sobre la creación del disco que los trajo a la capital, un público de distintas edades, que resaltaba a sus fans de hueso colorado con unos cuantos años encima, así como a las generaciones que apenas los descubren, recibieron a la banda en punto de las 21:00 horas.
Comandados por Black Francis la banda deleitó a los presentes con temas como “Caribou”, “Vamos”, “Iska de encanta”, “Ed is dead” y “Levitate me”, todas ellas incluidas en el EP Come on Pilgrim.
Pese a que las interacciones con el público fueron casi nulas y la duración del concierto dejó mucho que desear (tocaron poco más de una hora y 20 minutos), los sentimientos que provocaban iban desde la euforia hasta otros quienes, de una manera más profunda, pusieron especial atención en el detalle al tocar y cantar de cada uno de sus integrantes.
La lista de canciones elegidas para la velada, como era de esperarse, no decepcionó a ninguno de los más de 3 mil asistentes que abarrotaron el recinto, de acuerdo con la cifra de los organizadores.
Desde antes de que iniciara la velada se escuchaba dialogar a algunas personas sobre la relevancia del grupo, y mientras unos aplaudían su influencia en bandas como Foo Fighters o Nirvana, otros destacaban cómo fueron una piedra angular en la era del rock alternativo y el grunge.
Las pantallas colocadas al centro y a los costados del escenario permitieron ver, además del documental, imágenes que hacían recordar otros años y que ayudaban a acentuar la atmósfera cargada de nostalgia y recuerdos. No sólo Francis se llevó las palmas con su interpretación; tanto David Lovering como Joey Santiago y Paz Lenchantin brillaron en solitario.
Para destacar el trabajo de ambos discos, la banda también hizo un pequeño espacio para añadir al setlist de la noche temas como “Down to the hell”, “Buildhigh” y una interpretación de “Rock a my soul”.
En más de una ocasión algunos asistentes catalogaron la actitud de los músicos como fría y distante, pues mientras intentaban halagarlos con gritos y porras, Pixies parecía estar sumergido en su meta musical.
Sin embargo, complacieron con temas de Surfer Rosa como “Bone machine”, “Break my body”, “Broken face” y “Cactus”.