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humberto.montoya@eluniversal.com.mx
Un ramillete de fans de distintas edades, fue el que reunió el cantante Ozuna el miércoles en su concierto en la Arena Ciudad de México: Niñas con gorras y sudaderas con su nombre, niños con lentes oscuros y adolescentes con sus padres. Todos bailaron y cantaron por igual.
Previo a su presentación, Arcángel calentó motores con una producción que incluyó desde bailarinas hasta fuegos artificiales, llamas, humo y proyecciones en la pantalla ubicada detrás de él. Acompañado por un violinista, el músico estadounidense acaparó la atención de los presentes por más de 50 minutos antes de abandonar el escenario.
En punto de las 22:12 horas, la luces del recinto se apagaron, lo que causó una avalancha de gritos y con la presentación de un pequeño video, Ozuna apareció vestido con una camisa de estrellas y pantalón negro, además de su característico peinado.
“Tu foto”, “Falsas mentiras”, “Corazón de seda” y “En la intimidad” fueron algunas canciones con las que el intérprete puertorriqueño provocó suspiros y silbidos.
El cantante, que se hizo acompañar de bajistas, guitarristas, tecladistas, un DJ y una producción multicolor, expresó su amor por el país al repetir varias veces: “¡Los amo México!”
Al cantar “El farsante”, el artista pidió a los presentes que iluminaran el recinto con las luces de sus celulares, quienes también corearon a su lado el tema de principio a fin.
Luego de 40 minutos de un movido show, el reggaetonero dio la bienvenida nuevamente a Arcángel para que juntos interpretaran temas como “La ocasión”, “Me ama, me odia” y “Ahora dice”, lo que causó la euforia de los asistentes.
Otras canciones con las que completó la velada fueron “Egoísta”, “No quiere enamorarse” y “Criminal”, con las que Ozuna demostró que su estilo y ritmo pueden poner a bailar a gente de todas las edades.