“¡Y retiemble en su centro la tierra, al sonoro rugir del amor!” Con esa frase modificada del Himno Nacional, Mon Laferte mandó mensaje contra la violencia de género. Ayer la chilena pisó la plancha del Zócalo capitalino, dentro del recital Tiempo para mujeres, y presentó “Canción sin miedo”, escrita por Vivir Quintana, que habla del miedo que sienten ellas ante la injusticia y los feminicidios.
“Siempre se pide un minuto de silencio y hoy tomemos el tiempo que queramos para no estar así, ¡vamos a gritar porque hemos estado mucho tiempo en silencio!”, exclamó ante 60 mil personas.
“¡Gritemos por nuestras compañeras desaparecidas, que nos escuche el Presidente y todo el mundo!”, pidió, y fue respaldada de inmediato por el público.
Acompañada por el Coro Palomar, la chilena y Quintana cantaron la nueva canción, coronándola con la frase del Himno mexicano, para luego proyectar en la pantalla imágenes de mujeres asesinadas, incluyendo a Fátima, la niña de siete años muerta el mes pasado y que también fue torturada.
También lee: Regina Orozco y Omara Portuondo le cantan a la fortaleza de la mujer
“Mañana (hoy) todas a marchar y pasado mañana (lunes) ¡nadie hace nada!”, dijo, respaldando el movimiento Un día sin nosotras.
Con “Si tú me quisieras” mandó, además, un mensaje a su expareja, y también fue aplaudida por ello.
Ana Tijoux hizo homenaje a los médicos forenses.
“Era bien pin... celoso ¡y no es chiste! Y aquí te quieren decir algo”, clamó.
“¡Cul...!”, respondieron los asistentes para apoyarla, sin dejar de escucharse un “¡yo sí te amo!” dirigido a la sudamericana.
El público coreó los temas “La trenza”, “Chilango blues”, “El beso”, “Ronroneo”; bailó con “Amor completo” y mostró por qué Mon ha vendido más de medio millón de álbumes y ha estado nominada al Grammy.
“No importa, ¡ya todos las conocen!”, bromeó cuando el escote de su vestido tuvo el riesgo de bajarse entre tantos saltos.
La andina de 36 años fue la responsable de cerrar el recital que comenzó desde las 17:00 horas con la guatemalteca Sara Curruchich, quien cantó entre otras “Hijas e hijos de la tierra” y “Resistir”.
“América Latina es de los lugares más inseguros para las defensoras y defensores, pero no callaremos porque no tenemos miedo”, dijo la centroamericana.
La rapera Ana Tijoux fue quien dejó preparado el ambiente a su coterránea, lanzando también una exigencia para acabar con la violencia hacia la mujer.
“Nos toca reunirnos, reflexionar, pensar que la mujer merezca lo mejor y que no se hagan festivales para que se haga justicia, que no conmemoremos a una compañera asesinada, ¡esta es una pelea por la vida!”, dijo, recibiendo aplausos de aprobación.
La cantante confió en que en el futuro no se hagan festivales para pedir justicia, como en el que participó en la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México.
Conocida por sus letras de carácter social, Tijoux dio reconocimiento a los antropólogos forenses con “Sacar la voz”.
“Por la recuperación de osamentas, gracias por sacar la voz, por su lucha, por inspirarme”, exclamó.
La rapera dio también espacio a su coterráneo Víctor Jara, asesinado durante la dictadura chilena, al interpretar “Luchín” que dedicó a los niños del mundo.
“Antipatriarca” sirvió para recordar a Fátima. “1977” y “La rosa de los vientos”, entre otras, conformaron su repertorio.
La guatemalteca Sara Curruchich abrió el festival.
También habló de la represión que actualmente se vive en el país andino e interpretó “Cacerolazo”, exigiendo que se acabe y reprobando a su actual gobierno.
“Ofrezco disculpas por estar enferma, pero también así se canta”, reveló al terminar su actuación.
La conducción fue de la cantante Monserrat Muñoz y Tamara de Anda “Plaqueta”.