Antes que cantante, Luis Eduardo Aute se asumía como pintor, actividad que practicaba desde niño y para lo cual, en casa, tenía montado un estudio antes que para grabar.
“Es algo que involucra la libertad, comienzas sobre algo blanco y vas creando”, dijo durante una visita al Festival Internacional de Cine de Guanajuato en 2015.
En el certamen presentó dos cortometrajes de animación, hechos por él mismo, rústicamente, a mano. Y en uno de ellos no faltó Vincent Van Gogh , el creador neerlandés de Los Girasoles , una de las pinturas más famosas del orbe.
“Era alguien que iba contra las convenciones”, apuntó.
Y así era Aute. Nunca estudió cine y animación, pero por intuición dibujó "Un perro llamado dolor" en 2001. No quiso dedicarse a la dirección porque en la época del dictador Franco, se pedía licencia para serlo.
Así que se fue por la libre. Y hacía cosas que podrían parecer extrañas, pero le daban otra mirada a su vida.
“Una vez recorté las caras de una revista pornográfica y las de una revista de crímenes, luego las revolví y no pude diferencia entre ellas. Todos tenían los ojos entrecerrados y la boca abierta, entonces debe ser cierto eso de que la muerte, debe ser un tránsito placentero”, narró previo a una presentación que hizo en el centro de Coyoacán.
Como artista le gustaba elegir según su estado de ánimo. Y eso era lo que no le agradaba tanto al exponer sus pinturas en ciudades europeas. Así que decía preferir dar tres conciertos seguidos, donde podía manipular el momento, que una pintura a la que no podía modificarse.
“Decido cada actuación poco antes de que ésta comience en base a su estado de ánimo, al público y al entorno”, indicó.
Como poeta editó su primer libro, "La matemática del espejo", en 1975. Le siguieron algunos más, siendo calificado como alguien que a través de los versos traducía la verdad.
“La poesía no se hace porque o nace o dejas que te cace", decía el artista español.
"La liturgia del desorden" (1978) y "Templo de carne" (1986) fueron algunas de sus obras. A mediados de los noventas publicó "AnimaLuno" primer libro/disco que se editara en España en el que combinaba poemas, dibujos y canciones.
Foto: Archivo EFE
Con éste inauguró un nuevo género poético; los poemigas, pequeñas migas de poesía, mezcla de haikus, aforismo o aerolitos que a lo largo de los años fue ensanchando.
“No es poeta quien escribe poemas, sino quien utiliza cualquier medio de expresión y es capaz de ir un poco más allá del espejo, de construir una mirada distinta”, apuntó en su momento.
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