Kendrick Lamar se convirtió el lunes en el primer rapero en ganar el Premio Pulitzer de la música, un hito del que se hizo merecedor por su habilidad para contar la experiencia afroestadounidense.
Con el Pulitzer, el joven de 30 años de la históricamente deprimida comunidad de Compton, en Los Ángeles, se une a la liga de célebres compositores estadounidenses como Aaron Copland, Charles Ives y John Adams.
La junta que otorga los Pulitzer, que también premian la literatura y el periodismo, le dio a Lamar el premio por DAMN., una exploración del sonido clásico de hip-hop para un artista que ha cambiado de rumbo musicalmente con cada nuevo álbum.
En su anuncio, la junta de Pulitzer describió a DAMN. como “una colección de canciones virtuosas unidas por su autenticidad vernácula y su dinamismo rítmico que ofrece viñetas que capturan la complejidad de la vida afroestadounidense moderna”.
DAMN., que alcanzó el número uno en la lista de álbumes de Estados Unidos, da un paso más en el discurso sobre las razas que Lamar comenzó en su álbum anterior, To Pimp a Butterfly, que dio voz al movimiento Black Lives Matter.
Pero una buena parte del álbum es más personal e introspectiva, y explora las trampas de la fama, como en el tema “HUMBLE”, y presenta un alter ego de Lamar, Kung Fu Kenny.
La junta del Pulitzer premia rara vez la música masiva, y el año pasado otorgó el premio al compositor experimental de ópera Du Yun. No obstante, a mediados de la década de 1990 introdujo cambios para hacer que el premio fuera más inclusivo.
A pesar de los grandes elogios para Lamar, aún no ha ganado el Grammy para Álbum del Año.