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Ya se había hecho de noche. En las rutas que conducían de un escenario a otro en el Corona Capital había miles de personas listas para encontrarse con la nostalgia, la nostalgia de una agrupación emblemática de principios del 2000 que había estado ausente por cinco años, Keane .
El festival había informado horas antes que, por logística, el concierto de los ingleses se adelantaría quince minutos, y a las 21:03 horas se encendieron las luces y apareció el vocalista saludando a todos. Muchos, hasta entonces, no se habían dado cuenta del cambio, pero al notar el bullicio corrieron al escenario Doritos , donde ya sonaba la banda con la primer canción de la noche: "Disconnected".
Aunque todo iba bien y la gente coreaba y cantaba con ellos, la voz de Tom Chaplin dejó de escucharse. Por unos segundos eso pareció normal, pero luego fue muy evidente que todo se escuchaba perfecto, menos él. Tom siguió cantando normal, aunque luego la actitud de la gente, tratando de avisarle que no se escuchaba, hizo que el equipo lo notara, pero la canción terminó sin que pudiera volver a escucharse. Tom soltó una expresión de “Qué le hacemos”.
“¡Gracias por cantar la canción por mí”, dijo luego al público que lo tomó de la mejor manera porque luego de cinco años estaba ocurriendo el reencuentro; Keane volvía a cantar en el escenario y era en suelo mexicano donde ocurría la maravilla. En un momento de silencio, un hombre con la voz grave y fortísima le gritó a Tom, "¡Te amo hijo de tu pu... ma...!".
Ellos, entre cada tema se decían sorprendidos de ver la cantidad de almas que esa noche los acompañaban y sonaban con ellos. “Silenced by the night” sonó en el concierto y también “Bend & Break”.
“Saben, hay dos razones por las que decidimos volver: una, porque tenemos muchas canciones; y otra, porque queríamos verlos, gente increíble, fans nuestros. Después de Reino Unido esta es nuestra primer parada, queríamos venir primero a México”, dijo Tom al público que lo llenó de aplausos.
En seguida, entonaron una de sus nuevas canciones, “Phases”.
Esos mismos que aplaudieron poco antes al grupo, soltaron un gran suspiro y sacaron las cámaras cuando comenzó a escucharse “Everybody’s Changing”, una de las canciones emblemáticas.
“Ustedes son increíbles”, les dijo Tom. La emoción se mantuvo con “Is it any Wonder” y no pudo faltar otro de sus éxitos: “Somewhere only we know”, que Tom cantó sosteniendo la bandera de México con la misma mano que sostenía el micrófono.
El concierto acabó a las 22:20 horas, dejando un muy buen sabor de boca a todos los allí presentes que tras celebrar con ellos con canto y aplausos, corrieron a los demás escenarios para el cierre del festival con Interpol o los Years & Years .
nrv