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El k-pop se encuentra bajo los reflectores por su popularidad. Basta conocer el número de reproducciones y likes que tienen sus grupos: hay canciones que se acercan a los mil millones de visualizaciones y la exposición en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo, en la Ciudad de México, tuvo 4,200 visitantes el día de su inauguración.
Pero también está bajo la preocupación de sociólogos debido a los suicidios (cuatro en tres meses) de estrellas coreanas como la cantante Sulli del grupo f(x) y Kim Jonghyun, de SHINee.
Pero, ¿pertenecer al mundo del k-pop es causa de suicidio o las decisiones fueron motivadas por problemas y la presión social?
Sulli decidió quitarse la vida a los 25 años de edad, en octubre de 2019. Antes de hacerlo, publicó una historia en sus redes sociales donde lloró mientras decía que ella no era malvada. Después de confirmar su relación con el cantante Choiza, recibió críticas porque terminaba con la imagen de niña inocente del k-pop.
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Pero las críticas y las presiones no van dirigidas únicamente al género femenino porque, de acuerdo con la también licenciada en Antropología social, los hombres son señalados por cometer acciones que sus fans o la sociedad consideran un error.
“Recientemente se dio el caso de un chico que empezaba en el k-pop, él tenía una novia y revelaron la noticia de que iban a ser papás, pero él dijo que deseaba hacer las cosas bien, por ello decidió casarse: las fans lo atacaron, le pedían la renuncia del grupo porque manchaba la imagen”.
Así que los fans son parte de la presión contra los cantantes conocidos como IDOLS.
“La esfera musical de Corea promueve una vida de bienestar, los IDOL usan ropa cara, viajan, compran departamentos, muestran a personas sin conflictos y con la vida resuelta, cuando alguno hace algo mal le dicen ‘tú que tienes todo, lo desaprovechaste en vez de agradecernos’. la presión social se basa en que las personas que impulsan a sus cantantes sueñan con estar en su lugar y les molesta que otros, teniendo la oportunidad, desaprovechen la vida a los que pocos tienen acceso”.
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K-pop: el arte de lo perfecto
La otra cara del género, la amable, es la que ha entrado a los museos. En México, en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo existe una exposición temporal llamada K POP Fenómeno Global Contemporáneo. El día de su inauguración asistieron 4,200 personas (cabe resaltar que la expo de Burton convocaba 2,500 por día). Ahí se exhiben más de 400 artículos ligados al género musical asiático, discos, joyería e incluso un juego de mesa. Estos objetos comparten espacio con las réplicas de piezas de arte que forman parte de la historia de la humanidad como la tauromaquia de Creta, el Discóbolo de Mirón o la Victoria de Samotracia. De acuerdo con Sophie Salazar, curadora y organizadora de la exposición, el k-pop es arte con la filosofía de perfección.
Rocha lo entiende así: “La ideología del k-pop es la perfección. Los coreanos buscan una estética occidental correcta, le liman los pómulos a las chicas, les abren los ojos con una operación, modifican la forma de su rostro quirúrgicamente. Las coreanas tienen las piernas más cortas que su torso, usan tacones para alargar las piernas visualmente”.
Sophie señala que los fans incitan a que sus IDOL busquen la perfección. “Goo y Sulli recibieron críticas, una porque, al separarse de su novio, fue amenazada por él sobre divulgar un video íntimo; la otra dio a conocer una relación con un cantante mayor, los fans consideraron que estaba mal, también se le criticó por ser recatada, no era una chica muy femenina”, dice la curadora.
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