Jimmy Page
pintó una vez un dragón, y lo usó para tocar. El gurú de la guitarra rebosaba tanta creatividad hace 50 años, que tomó un pincel y usó sus habilidades de la escuela de arte para llevar la pintura de un afiche a su instrumento favorito, una Fender Telecaster de 1959 que decoró con una bestia psicodélica.
Dice que éste fue el "Excalibur" que blandió a lo largo de un memorable 1968, cuando su vieja banda, los Yardbirds, se desintegró, y Led Zeppelin nació apenas dos meses después.
"Toda mi vida iba tan rápido a ese punto", dijo Page, ahora de 74 años, al reflexionar sobre el 50mo aniversario de Led Zeppelin en una entrevista en la fábrica de guitarras Fender en California. "Era absolutamente un viaje en montaña rusa".
Page dijo que él tenía el sonido de Led Zeppelin, y sus primeras canciones, completamente formadas en su cabeza incluso antes de que los Yardbirds se separaran.
"Simplemente sabía qué camino tomar", dijo Page. "Estaba en mi instinto".
Encontró a su primer aliado en el cantante Robert Plant, a quien invitó a su casa a echar un vistazo a sus discos y hablar de música.
Page dijo que apeló al folklore de Joan Baez para mostrarle a Plant el sonido que quería, tocando su versión del tema "Babe I'm Gonna Leave You" y diciéndole que emulara el modo en que ella cantaba la primera línea. Zeppelin incluyó la pieza en su primer álbum.
Page aún se maravilla de la rapidez con que todo despegó luego que Plant trajo al baterista John Bonham y Page a su amigo John Paul Jones como bajista.
"Todo el recorrido de Led Zeppelin y el ascenso de Led Zeppelin, cada gira fue sencillamente extraordinaria, y el crecimiento y el respeto y el amor de la banda, y cómo la gente que se abalanzaba a vernos", dijo Page.
El primer disco también incluyó "Dazed and Confused", en la que Page, como es fama, usó un arco de violín en la guitarra del dragón, que tocó en cada canción eléctrica de la producción.
La guitarra había sido un preciado regalo que el guitarrista Jeff Beck le dio a Page para agradecerle por haberlo recomendado para un trabajo muy bien remunerado con los Yardbirds.
"Él se compró un Corvette Stingray y llegó a mi casa haciendo rugidos con él", recordó Page. "Dijo, 'esto es tuyo'. Me puse contentísimo. Me lo dio con tanto afecto".
Page dijo que de inmediato hizo uso intenso del instrumento, y que quiso "consagrarlo". Así que buscó pinturas que entonces se usaban para hacer afiches psicodélicos y creó al dragón.
Más tarde dejó la guitarra en Inglaterra al salir en una de las primeras giras de Led Zeppelin por Estados Unidos en 1969, una decisión que luego lamentó. Al regresar, exhausto y enardecido, encontró que un amigo ceramista que había estado cuidándole la casa pintó sobre el dragón con su propio estilo mosaico como un "obsequio" para Page.
"Fue un desastre", dijo.
Page arrancó con rabia toda la pintura y la guitarra pasó décadas guardada.
Cincuenta años después, estaba armando un libro para el aniversario de la banda, y la guitarra del dragón aparecía en una foto tras otra.
Page sintió que quizás era momento de traer a su vieja bestia de vuelta a la vida. Trabajó con un artista gráfico que ayudó a ilustrar el libro, usando fotos para volver a pintar la guitarra y recrear su viejo estilo.
El resultado le gustó tanto que se acercó a Fender y el fabricante felizmente aceptó hacer una réplica de aniversario para el público.
"Es absolutamente idéntica", dijo Page. "No podrías ver ninguna diferencia. Si acaso, los colores son ligeramente más vivos".
Cuatro versiones diferentes de la guitarra se lanzarán el próximo año.
Además del libro, los instrumentos son un homenaje al legado de la banda en medio siglo.
Cuando se le preguntó qué le regalaría a sus compañeros de Led Zeppelin por tal hito, Page dijo: "Les daría un pincel, y el cuerpo de una guitarra, y vería si pueden hacer algo con eso".
rad