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elizabeth.escobar@clabsa.com.mx
El poder del metal de Iron Maiden estremeció el Palacio de los Deportes. Entre el slam y gritos eufóricos la banda interpretó sus éxitos con una asombrosa producción escenográfica en donde hasta apareció un avión colgando en el domo.
El lugar se vistió de negro con las miles de personas que iban llegando, y que usaban playeras de ese color con el nombre de la banda. No faltaron quienes lucieron su cabellera larga, simulando el estilo de sus músicos favoritos.
Antes de que el concierto comenzara el sudor, la adrenalina y la emoción inundaban el lugar.
La desesperación porque saliera la banda estaba al límite: todos empezaron a silbar hasta que las luces se apagaron y el lugar tembló.
A las 21:00 horas la banda salió al escenario, con “Aces high”, previo a un pequeño video que mostraba escenas de la Segunda Guerra Mundial y sorprendió a los asistentes con la aparición de un avión que colgó arriba del escenario. “Vamos México, una vez más”, fueron las primeras palabras del vocalista, Bruce Dickinson.
“Cómo se la están pasando México”, fue la frase que constantemente repitió el vocalista mientras que el público enloqueció con cada solo de guitarra.
“Vamos Ciudad de México griten más”, incitaba el vocalista, desatando la locura.
“Esta es la primera de tres noches, así que ustedes no se tienen que preocupar porque esta es una noche de fiesta”, dijo el vocalista que no dejaba de ser vitoreado.
Como un coro masivo, los fans cantaban cada una de las canciones tratando de imitar el tono de Dickinson.
Pero también hubo quienes se limitaban a ver y no perder detalle de lo que hacían los músicos en el escenario.
Especialmente llamó la atención que la escenografía cambió constantemente como si cada canción fuera una pequeña representación de una obra de teatro.
Una lucha de espadas, el interior de una iglesia, cantos gregorianos y hasta la bandera mexicana aparecieron en escena mientras que se desbordaba la pasión de las 21 mil 650 personas que acudieron al Palacio de los Deportes, de acuerdo con las cifras de Ocesa, organizadora del concierto.
La sorpresas siguieron y con pirotecnia un ángel apareció, volando, mientras el vocalista prendía fuego, un elemento importante en este Legacy of the beast tour, que se ha convertido en uno de los más largos en su carrera.