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Así como había ocurrido el viernes por la tarde, cuando Belinda y Marta Sánchez externaron, en plena conferencia de prensa, sus dudas de la llegada de Paulina Rubio al show de Ídolos 2.0, la separación se vio sobre el escenario.
Mientras La Chica Dorada fue la que abrió el concierto en el Palacio de los Deportes, cantando por 45 minutos, para luego retirarse, Belinda y la intérprete española habían ensayado entre ellas para presentarse así ante el público.
Podría decirse que la Pau llegó, vio y cantó, y las otras dos hicieron equipo por más de una hora.
El grito de “¡Sapito, sapito!” retumbó en el Palacio de los Deportes tratando de convencer a Belinda, quien hizo popular la canción, la entonara, pero ésta no hizo caso a la petición.
Pero la intérprete había preparado un dueto con Marta y “Desesperada”, que hizo bailar y cantar a los asistentes al Domo de Cobre.
“¡Eres una belleza cabrona!”, le dijo la ex integrante del grupo Olé Olé a la Belinda.
La también actriz invitó a Jay de la Cueva, del grupo Moderatto, para interpretar juntos “Muriendo lento”, en un medley que incluyó, ya sin él, “Ni Freud, ni tu mamá”.
“Si vienen con novio, novia, alguien que les gusta, quiero se pongan muy cerquita”, exclamó entre gritos del público, antes de presentar “En la oscuridad”, que siguió a “Dopamina”.
“Que viva nuestra cultura, nuestra música, nuestra gente, somos lo máximo”, recalcó Belinda, sin jamás tocar temas políticos.
“Luz sin gravedad” fue otra canción que unió las voces de las artistas, para entonces vestidas de negro, luego de tres cambios de vestuario, notados durante su alternancia en el escenario.
Con 52 años, Marta Sánchez demostró que puede lucir ropa entallada y moverse continuamente, siendo acompañada de seis bailarinas e igual números de músicos.
“¡Estáis guapos!, ¿vais a cantar conmigo?”, exclamó.
“No controles”, “Bailando sin salir de casa” y “Colgando en tus manos” fueron cantadas luego de que “Pau” dejara el lugar.
“Ese hombre es mío” y “Mi nuevo vicio” fueron algunas en hacer vibrar al inmueble.