Miles de estudiantes de Hogwarts
, acompañados de uno que otro familiar muggle , se dieron cita en el Auditorio Nacional epara escuchar y apreciar a la Orquesta Internacional de las Artes la cual interpretó la banda sonora de la película “Harry Potter y El cáliz de fuego” .
Con los uniformes de cada una de las casas, Gryffindor, Slytherin, Hufflepuff, Ravenclaw, y las varitas listas, los asistentes tomaron sus lugares para disfrutar de la música.
El director de la orquesta aseguro que no era un espectáculo común y recomendó a la audiencia que se dejaran perder en el viaje musical y mágico creado por Patrick Doyle.
Desde que los primeros acordes que introdujeron el filme, la gente comenzó a aplaudir y a emocionarse. Cuando apareció Harry Potter en la pantalla , como en una obra de teatro, la gente comenzó a ovacionar, no sólo a él, sino a cada uno de los personajes.
El público dejó de ser un espectador de la película; la vivía, la sentía, estaba presente en el Torneo de los Tres Magos organizada en el Colegio de Magia y Hechicería , en el que Harry corría peligro por la amenaza de las fuerzas oscuras de Lord Voldemort. La orquesta, sin duda, sirvió como un "traslador mágico" , al igual el trofeo que se disputa en esta cinta, llevó al público directo a las colinas de Escocia , en las que un simple humano no puede apreciar la magia que habita en ellas.
La experiencia de música en vivo fue un hechizo que permitió que la película no sólo se quedará en la pantalla, se convirtió en una realidad, los presentes en el Coloso de Reforma se burlaban de los personajes, les aconsejaban, lloraban con las escenas más trágicas e incluso les lanzaban uno que otro piropo.
Al finalizar el filme de Harry Potter , el público dio un fuerte aplauso a la orquesta, aprovechó para tomarse una selfie en el recinto, y regresó a la común vida muggle.
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