Era un jueves de 2014 cuando una noticia corría como pólvora en distintos medios de comunicación, estaciones de radio y post en internet: Gustavo Cerati había fallecido. Miles de fans alrededor del mundo buscaban una fuente que desmintiera tal suceso y otros tantos se consolaban con las canciones del líder de Soda Stereo .
Un par de horas después, el rumor se convertía en una realidad y se daba a conocer la trágica noticia antes los medios a través de un comunicado en donde se leía:"Comunicamos que hoy en horas de la mañana falleció el paciente Gustavo Cerati como consecuencia de un paro respiratorio".
Hoy se cumplen tres años desde la partida de esta leyenda de la música latinoamericana y aún en la distancia, parece como si Cerati siguiera presente.
Esta presencia no es sólo gracias a los fans, es más que nada al talento que tenía como compositor, músico y amigo. Con 55 años de edad, Cerati consiguió labrarse de un nombre en una industria cada vez más desgastada, ávida de cantantes que conectaran con una audiencia que derribara fronteras y que al mismo tiempo, hiciera de sus canciones un himno para los corazones rotos, los enamorados y los que buscaban una voz que vibrara a su lado.
Pero Cerati no siempre fue el genio musical que muchos piensan cuando se nombra: si bien de pequeño su afinidad por la música se hizo evidente, también su capacidad de imaginar realidades alternas, como cuando se sentaba a dibujar y crear personajes de historietas, o su amor por el deporte, mismo que lo ayudaría a destacarse en natación y qué decir de cuando decidió estudiar publicidad en la universidad.
A la par, Gustavo nunca dejó de lado su amor por la música, llegando a tal grado de formar bandas y hasta tener dos proyectos simultáneamente. Los acordes que conseguía con su guitarra rápidamente le ayudaron a formar un estilo propio que después sería imitado por una gran cantidad de artistas en la escena del rock en español.
La música, más que una competencia, era su caja de energía que le ayudaba a recargar pilas. Mucha gente recuerda los éxitos que hizo al lado de Soda Stereo, pero Cerati siguió inspirado y con ganas de tocar los escenarios incluso después de la desintegración del popular grupo. Si bien Soda dejó de existir en 1997, tan sólo pasaron dos años antes de que Cerati volviera al ataque con micrófono y guitarra en mano.
Es difícil imaginar a este artista haciendo otra cosa que no fuera la que mejor sabía hacer: música. Su gran pasión, compañera y al mismo tiempo, su última enemiga. Con 55 años, el artista consiguió editar siete álbumes de estudio como grupo y otros cinco en su carrera en solitario, pero fue precisamente este gran amor por la música el que lo llevó a sufrir un evento vascular esquémico el 15 de mayo de 2010 luego de presentarse en Caracas, Venezuela. Pese a los intentos de los doctores, el cantante se sumergió en un coma durante 4 años que lo acompañaría hasta sus últimos días.
La esperanza nunca se perdió ni por parte de su hermana, su madre y sus fans, quienes se mantenían al tanto de la salud del cantante y eso es lo verdaderamente importante. Aunque pocos artistas gozan de la fama y el dinero, Cerati gozaba de tocar en un escenario, de compartir con la gente que coreaba sus canciones y que lo siguen haciendo hasta nuestros días.
Porque eso también debe de subrayarse que la maquina llamada Cerati sigue tan engrasada y con los engranes funcionando como años atrás. Homenajes de distintos grupos, ex compañeros y hasta la apuesta del Cirque Du Soleil con su espectáculo Séptimo Día, una producción inspirada en la música de Soda Stereo, son prueba de ello. Su música sigue tocándose en estaciones de radio en distintas partes de Latinoamérica, sus discos vendiéndose y la imagen de ese rockero, tan viva como antes.
Parece casi como si Cerati hubiera entendido, como pocos, que nada era para siempre, ni siquiera su estancia en la tierra y fuera tanto su nivel de comprensión sobre los ciclos, que decidiera dejar un legado musical difícil de superar pero que los fans, desde los más antiguos hasta las nuevas generaciones que lo escuchan, se niegan a dejar atrás.
Hoy, tres años después de que el artista dejara este plano, sus redes sociales se han activado nuevamente, compartiendo publicaciones, fotos y portadas de él, mismas a las que se ha invitado a sus fans alrededor del mundo que compartan en caso de tener algún recuerdo del cantante. Cerati sigue vivo en la música, en sus letras, en cada acorde que podemos seguir escuchando una y otra vez en sus temas, en esos videos que lo muestran brincando y riendo por el escenario invitando a vivir y a exprimir esos buenos momentos que la vida nos da, porque nunca se sabrá cuando es momento de decir "Adiós", como en la canción que lleva el mismo nombre y que predica: “Poder decir adiós, es crecer”.
nrv