Cuando la mega pantalla central mostró a Emir Pabón rezando frente a la Virgen de Guadalupe, rezando para que todo saliera bien sobre el escenario, un grito de alegría en el Auditorio Nacional comenzó a elevarse.
Ahi estaba no solo uno de sus cantantes preferidos, sino un cumpleañero: 23 años de carrera profesional con el Grupo Cañaveral y quien no se escapó de “Las mañanitas” interpretadas por Pandora, una de sus invitadas al concierto.
“¡Estoy chiquito!”, bromeó en ese momento, “¡como que falta un pastel sin azúcar, sin gluten y esas cosas!”.
La fiesta arrancó con “Traición y olvido”, pero pronto puso a bailar al público con “Echarme al olvido” durante la cual fue lanzado fuego desde la orilla del escenario.
Ocho bailarinas aparecían como coreografía en varias canciones, mientras en otra, una contorsionista hacía figuras en el aire apoyada sobre un paraguas jalado por un cable desde tramoyas.
Emir daba uno y dos pasos hacia adelante, para luego, sin moverse de su sitio, aventar hacia adelante de manera alterna, cada una de sus piernas.
“¡Buenas noches México!”, exclamó dos veces y la gente que acudió ayer. respondía con gritos.
Inquieto, el intérprete bajó unos segundos a las butacas para recibir una flor roja mientras no dejaba de cantar “Tiene espinas el rosal” o felicitaba al argentino Leo Dan antes de hacer dueto con “Por un caminito”.
“¡Primer lugar en Costa Rica este tema!”, exclamó feliz.
La Sonora Dinamita y El Dasa fueron otros de los invitados a la jornada musical de casi tres horas de duración.
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