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Los oscuros, los pesados, los malditos, los endemoniados y los glamourosos, todos reunidos en el aquelarre azteca del Domination con una sola consigna en su manera de vivir: el Metal.
La gente de todas partes de la Ciudad de México llegó desde muy temprano y aguantó el intenso sol que bajó después de las 16 horas, pero antes no se despegaron de los cinco escenarios que se encontraban dispersos por todo el Autódromo Hermanos Rodríguez .
Los acordes hard de Cardio Kazan, quienes dejaron la vida arriba del escenario, sonaron con rolas como "Aurora" y "Faso" al querer dejar una gran huella en su país.
Cathleen, Koltdown, Evil y Majestic Downfall encendieron la mecha metalera, pero la pólvora todavía no estaba lista hasta que arribó Vince Neil, vocalista de Mötley Crüe, quien dio toda una cátedra de lo que trata el glam metal.
Foto: Sergio Tapia / EL UNIVERSAL
Neil, pese a su sobrepeso, demostró ser todo un maestro e hizo que mujeres, hombres y niños, porque sí hay pequeños seguidores del metal, se rindieran a sus pies.
La naturaleza bajó el calor con una brisa ligera, aunque los asistentes no dejaron todo en manos del clima y con litros y litros de cervezas que corrían entre ellos acabaron con la temperatura agobiante y la sed, pero no así con su necesidad de música.
Foto: Alan Luna / EL UNIVERSAL
Algunos iban vestidos de negro y pintura en los ojos, simulando la indumentaria de Kiss, otros con playeras del festival y distintas bandas metaleras. Portando con orgullo tatuajes, perforaciones o modificaciones corporales, asistentes se llenaron de energía al ver a Lzzy Hale salir con su banda Halestorm .
Foto: Sergio Tapia / EL UNIVERSAL
Los de Pensilvania mostraron su potente heavy metal con "I miss The Misery", "Love bites" y "I am The fire", entre otras.
Mientras todo esto sucedía en el escenario principal, otros esperaban en las pocas sombras que había a la llegada de Hammerfall , Limp Bizkit, Slash , Meshuggah y por su puesto el gran cierre, el ser testigos del fin de KISS.
nrv