Con una gran dosis de rock, baile y buen humor armó la fiesta la banda estadounidense Foo Fighters en el Foro Sol , en donde su líder, Dave Grohl , se quedó sin palabras al ver la apasionada entrega de miles de mexicanos durante su presentación.
“Han sido dos largos años y la situación fue que, estos dos años estuvimos esperando en casa solos y estuvimos bailando solos, pero ahora ya no quiero bailar solo, quiero que todos ustedes me muestren sus pasos, así como yo lo hago…”, dijo Dave Grohl.
Con estas palabras el vocalista en su show sacó una bola disco y transportó a los asistentes a la década de los setentas al hacer un cover de The Bee Gees con el tema “You should be dancing”, en el cual trató de emular el sonido de la voz de los británicos, y puso a bailar al público.
El recinto rugió y desprendió calor por la pasión y euforia de los fans, después de que descendió la temperatura debido a que en algunas partes de la Ciudad de México llovió y los obligara a ir preparados para cualquier eventualidad, usando abrigos, chamarras, suéteres e impermeables, para que nada interrumpiera uno de los conciertos más esperados del año.
La emoción que se vivía en el lugar era tan contagiosa, que la mayoría de la audiencia aplaudía, saltaba y gritaba implorando que la banda saliera al escenario desde las 20:00 horas.
La ansiedad por ver en acción a exintegrante de Nirvana, para los fanáticos ya era insoportable, después de que lo tuvieron que esperar casi dos años debido a la pandemia y a que el show que tenían programado el año pasado se tuvo que posponer por problemas de logística.
Alrededor de las 21:30 la larga espera terminó, y la banda liderada por Dave salió al escenario ante gritos ensordecedores, lo cual sorprendió al cantante que decidió esperar en tomar su la guitarra para dejar que sus fanáticos gritaran sin cesar.
Foto: Germán Espinosa/EL UNIVERSAL.
Como si hubieran visto salir el sol, miles de personas se olvidaron del frío al escuchar la voz del cantante entonar a capela las primeras estrofas de su éxito "Time like these".
Continuando con "Pretender" y "Learn to fly" la euforia extrema invadió el lugar, de tal manera que el cantante paró el show para escuchar a su público gritar "Oe Oe Oe Foo Fighters".
"Ha sido mucho tiempo que no nos vemos ¿y saben qué? Hoy vamos a tocar todas las canciones que podamos cantar, tenemos una hora de show, ¿quieren más? , ¿Qué tal una hora y media o dos horas? ustedes quieren que toquemos todas las canciones sin parar verdad, ok, será una noche larga", dijo en cantante al saludar a su público.
La noche continuó con "No son of mine" y "Sky is a hood" las cuales hicieron retumbar el suelo del recinto cuando las 58 mil 800 personas que asistieron, de acuerdo a cifras oficiales de Ocesa, brincaron sin parar.
"Déjenme ver a las personas, prendan las luces ¡wow es demasiada gente!, ¿Cuántos nos han visto anteriormente? Queremos que canten con nosotros, esa es mi parte favorita del show", dijo Dave antes de interpretar "My hero"
La descarga de rock continuó con temas como “These days”, “Walk”, “Shame shame”, “Breakout”, entre otras
Foto: Germán Espinosa/EL UNIVERSAL.
Para el deleite de muchos fanáticos de la banda de grunge Nirvana, Dave decidió cambiar lugares con su baterista Taylor Hawkins, quien tomó el micrófono y cantó "Somebody to love", un cover de Queen, empezando el famoso grito de Freddy Mercury "Eeeooo”, mientras que Dave se lucía con solos de batería.
Sin encore, ni pausas, ni salidas del escenario, los integrantes de la banda originaria de Seattle continuaron la fiesta con éxitos como “All my life", "No way back", "Run", "Wheels", "This is a call", "Love dies young" y cerraron su espectáculo con “Everlong”.
Llevándose las manos a la altura del corazón y sin decir nada el cantante agradeció por la entrega de todo el público que en ningún momento dejó de cantar y bailar.
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