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El rock nunca se va a morir. Con esa seguridad habla Alfonso André sobre el género que junto a Caifanes ha defendido desde la década de los 80. Gracias a plataformas como el Vive Latino es que sigue teniendo presencia en el país.
“Es una música muy promiscua que se mezcla con todo lo que pasa alrededor, entonces siempre está reluciendo de una y otra manera”, explica en entrevista.
Caifanes se presentará el próximo sábado 16 de marzo como parte del festival que cumple 20 años.
“El Vive Latino ha sido importantísimo para mantener la flama de las bandas nacionales, de hecho ha tenido muchas repercusiones, a lo largo del país hay festivales que nacen cada día”.
Resalta que no solamente se trata de un espacio aprovechado por los grupos que llevan tiempo en la escena musical, sino que se ha convertido en una forma de impulsar las nuevas propuestas que tienen la necesidad de un público mayor.
“El festival funciona también para que se den a conocer las bandas nuevas. Es un escaparate; sirve para promover su material y creo que hace falta mucho darle apoyo a las bandas que están naciendo”, comenta.
El baterista considera que además de representantes consolidados de la música en español como Café Tacvba y Caifanes es necesario apostarle a lo nuevo, a las bandas que buscan foros en los cuales mostrar su talento musical.
“Hay que apoyarlos para que puedan crecer y llegar a ocupar un lugar importante el día de mañana, impulsarlos para que esto siga vivo también”.
Novedades. Sobre el show que tienen preparado para el Vive Latino, André adelanta que por primera vez presentarán en vivo el tema “Heridos”, grabado el año pasado y que marca una nueva etapa en la carrera de Caifanes.
El músico agradece que a los fans que los han acompañado desde sus inicios se sumen nuevas generaciones y en el marco del Vive recuerda que fue en ese festival en el que en 2011 la agrupación regresó a los escenarios tras un retiro.
“Fue impresionante lo que vivimos ahí. Recuerdo estar tratando de concentrarme en tocar porque era tal la energía y la vibra que sentía abajo del escenario en el público”, relata Alfonso.
“En algún momento recuerdo que voltee a ver la tarola como para que no me ganara la emoción que estaba sintiendo de ver a toda la gente tan entregada a nuestras canciones. Fue uno de los conciertos más memorables que hemos dado, sobre todo por el cariño que sentimos de la gente y la nostalgia”.