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La bandera bajo la que se mueven los integrantes del grupo Moderatto es clara: llevar un mensaje de inclusión en todos los sentidos.
Sin embargo, a 17 años de comenzar su carrera con este proyecto, los músicos perciben un ambiente negativo en géneros como el rock. En el reggaetón se ve distinto.
“Yo celebro mucho el tema del éxito del género urbano, la unión que tienen entre ellos. A mí me parece que los músicos en México no nos acercamos ni tantito, aquí no hay este tipo de comunidad donde todos nos estemos apoyando, es súper dividido”, considera el vocalista Bryan Amadeus (Jay de la Cueva).
“En realidad es muy como nuestra sociedad: doble cara. No nos estamos apoyando como músicos, cuando a alguien le va bien automáticamente hay que encontrarle algo malo”, dice.
Como parte de esta filosofía, los músicos, quienes ofrecerán un concierto en el Auditorio Nacional el próximo 8 de noviembre, estrenaron en días pasados el sencillo “Caballero”. Acompañados por la cantante colombiana Karol G, mezclan dos estilos que parecieran peleados por naturaleza: rock y reggaetón.
“Para mí no hay ni buena ni mala música, hay gustos. Hay cosas con las que de plano no puedes, hay gente a la que no le gusta algún género”, asegura Xavi (Javier Ramírez).
El bajista explica que parte de lo que hace al ser humano lo que es son esas diferencias, mismas que en la actualidad han derivado en violencia, agresión e intolerancia por otros ritmos.
“Cuando murió Bowie decían: ‘¿por qué no te llevaste a Arjona?’. Que le deseen que se muera está bien gacho. Esa agresión, esa mala onda puede llegar a mayores y es realmente preocupante”.
En este contexto el guitarrista Iñaki Vázquez (Roy) hace un llamado a la tolerancia y a no aplaudir la violencia. Aunque está consciente que en géneros como el urbano o el regional mexicano hay letras que hacen alusión a la violencia, tiene claro que no se puede combatir el problema desde la misma trinchera.
“No se debe de tolerar la intolerancia y no se debe aplaudir la violencia pero existe también la libertad de expresión”, comenta.
“Yo creo que como el hip hop en su momento, ciertas expresiones de reggaetón muestran situaciones de violencia que sí están pasando. Está bien que las critiquemos pero no con violencia, no podemos ponernos a la misma altura.