La voz del cantante de Alicante , su elegenacia y sobre todo su presencia escénica provocaban la euforia y aplausos del público que atestiguaba sus presentaciones.
Sin embargo, un día de enero de 1982 Camilo Sesto -como en muchas otras ocasiones en su carrera-, se robo el corazon de su público. En aquel año, mientras cantaba en Palma de Mallorca, el intérprete fue aclamado más que por su talento por la muestra de cariño que tuvo hacia su madre doña Joaquina Cortés.
"Te voy a dedicar una de mis mejores canciones para ti solita 'Perdóname' ", anunció Camilo para dar pie a la orquesta e interpretar u no de sus temas icónicos.
Las notas de la pieza lanzada a principios de los 80 sonaron y, al llegar apenas a la segunda estrofa, la voz de Camilo se quebró por la emoción de cantarle a su madre.
Ese día el intérprete sorprendió al público mostrando su lado humano, ese que sobrepasa la figura de una celebridad, haciendo que la audiencia se desbordara en aplausos.
A partir de ahí por más que intentó cantar el tema, el joven Camilo Sesto apenas logró decir algunas líneas para después, en repetidas ocasiones, romper en llanto ofreciendo uno de los momentos más emotivos en su carrera.
Hoy Camilo ya no está, pero sus canciones quedan para la posteridad y su leyenda musical se inscribe en el olimpo que sus fans le erigieron a lo largo de más de cuatro décadas de trayectoria.